Irá a un penal de máxima seguridad
alta traición
Martes 18 de abril de 2023, p. 25
Moscú. La corte urbana de la capital rusa condenó ayer al opositor Vladimir Kara-Murza a 25 años de reclusión en un centro penitenciario de máxima seguridad –la mayor pena impuesta hasta ahora a un adversario del Kremlin– al declararlo culpable de desacreditar el ejército, colaborar con una organización indeseable y alta traición
, el más grave de los tres delitos.
Historiador y periodista, Kara-Murza no tenía acceso a ningún secreto de Estado, según su abogado Vadim Projorov. Sin embargo, esgrimiendo las enmiendas a la ley de traición que califican como tal cualquier actividad, incluso una simple conferencia, en países u organizaciones de otras naciones que el Kremlin considere contrarias a sus intereses, el fiscal solicitó 18 años de prisión contra él por haber cometido alta traición al poner en riesgo la seguridad y la integridad territorial de Rusia
.
La fiscalía, de acuerdo con la acusación, le imputó hablar de terror de Estado por motivos políticos, alterar los resultados en las elecciones, violar los derechos humanos y de llamar país agresor a Rusia en su guerra contra Ucrania, enumeró a modo de ejemplo el abogado. En esencia, se le condenó por expresar su opinión en intervenciones públicas en Lisboa, Helsinki y Washington
, precisó Projorov.
El juez Serguei Podoprigorov también encontró culpable a Kara-Murza de difundir noticias falsas sobre la operación militar especial
en Ucrania y de colaborar con la Fundación Rusia Abierta, proscrita aquí en 2019 como organización indeseable
, por organizar en Moscú, dos años más tarde, una conferencia en apoyo a los prisioneros de conciencia en el Centro Sájarov, ahora ya también prohibido.
Si esto hubiera sido una mínima parodia de justicia, el juez debió pedir ser remplazado para evitar el evidente conflicto de intereses
, estimó Projorov.
Y recordó: Podoprigorov figura entre los primeros afectados por la llamada Ley Magnitsky que, entre otros, elaboró Kara-Murza y que los gobiernos de Estados Unidos y de varios países europeos utilizan, desde 2012, para sancionar a funcionarios, jueces, mafiosos y policías que, presuntamente, participaron en la persecución y muerte en la cárcel, tres años antes, del auditor Serguei Magnitsky por denunciar los fraudulentos esquemas que permitieron el robo del equivalente de cientos de millones de dólares.
Yevgueniya Kara-Murza, esposa del opositor, quien antes de ser encarcelado de manera preventiva en abril de 2022 sobrevivió dos intentos de envenenamiento en 2015 y 2017 que le dejaron graves secuelas: perdió 22 kilogramos de peso y sufre una polineuropatía en las extremidades inferiores, sostiene que su marido es víctima de una venganza personal
.
Cree que tarde o temprano, acusarían a Volodia (diminutivo de Vladimir) de alta traición porque las autoridades rusas se creen que ellos son el país todo, y si algo los molesta, como que les incauten sus cuentas bancarias y propiedades o les prohíban entrar a su territorio, se indignan y afirman que están atentando contra los intereses nacionales de Rusia
.
En la anterior sesión del juicio, al ejercer su derecho a la última palabra, Kara-Murza, en la versión difundida en las redes sociales por sus allegados, dijo no tener duda de que iba a ser condenado por motivos políticos y lanzó:
Llegará un día en que se disiparán las tinieblas en nuestro país. Cuando el negro será llamado negro y el blanco, blanco; cuando las autoridades van a reconocer de modo oficial que dos más dos siempre sí son cuatro. Cuando la guerra será llamada guerra, y el usurpador, usurpador. Y cuando serán llamados criminales quienes provocaron y desataron esta guerra, y no quienes trataron de detenerla
.
Y concluyó: un día, nuestra sociedad abrirá los ojos y se horrorizará por los terribles crímenes que se cometieron en su nombre. A partir de esa toma de conciencia, de esa reflexión, comenzará un largo y difícil camino para recomponer Rusia, que será el comienzo de su regreso a la comunidad de países civilizados. Incluso encerrado en esta jaula, amo a mi país y creo en nuestra gente. Estoy convencido de que podemos recorrer este camino
.