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La muestra

Klondike

Foto
▲ Fotograma de la cinta de la ucrania Maryna Er Gorbach.Foto cortesía de la Cineteca Nacional
U

na película dedicada a las mujeres, en particular a las que actualmente padecen en Ucrania las devastaciones de la guerra. La protagonista de Klondike (2022), largometraje de la ucrania Maryna Er Gorbach, es Irka (Oksana Cherkashyna), esposa en estado de preñez avanzado, que comparte con su marido Tolik (Sergei Shadrin) las faenas diarias de una granja. La acción transcurre en 2014, en la región del Donbass, donde se enfrentan separatistas prorrusos y soldados leales a Kiev. El lanzamiento accidental de un misil destruye un muro de la casa de la pareja, dejándolos casi a la intemperie. Poco después se produce en un área próxima el derribo militar de un avión comercial de Malaysia Airlines con un saldo de 298 muertos. A la tensión que produce en Irka la cercanía cada vez mayor del conflicto en esa región fronteriza con Rusia, se añade su descontento casi irreconciliable con Tolik, a quien considera colaboracionista y traidor, aunque en realidad el marido vendería el alma al diablo con tal de preservar una tranquilidad doméstica en vista de un alumbramiento ya inminente.

Frente al asedio continuo de las fuerzas beligerantes, es admirable la manera en que la esposa, en contraste con el siempre indeciso y abúlico Tolik, prosigue imperturbable el cuidado de la granja, protegiendo a sus animales, en especial a una preciada vaca, cuya entrega por parte de su marido a los combatientes separatistas precipita un drama conyugal hasta entonces contenido. La llegada del joven Yaryk (Oleg Shcherbyna), hermano de Irka y nacionalista convencido, será el detonador de una tragedia mayor que la cinta describirá sin concesiones, de modo descarnado. Este paisaje de desolación, donde sobrevivir es cuestión más de suerte que de empeño, y del cual la pareja anhela emigrar lo más pronto posible, lo describe la cámara de Svyatoslav Bulakovsky en tomas muy amplias y con una singular inspiración poética capaz de hacer del agujero en el muro derruido una gran ventana hacia un futuro posiblemente más amable.

Sin embargo, no hay mucho espacio aquí para la esperanza y sí para imaginar exacciones aún más violentas en una guerra absurda. Hay depósitos insondables de rencor en las palabras de Irka aludiendo a un soldado: Arrancaré su pene de su cuerpo separatista y entonces sí lo dejaré separado; también momentos de humor negro en la difícil comunicación de Tolik con quienes lo chantajean y oprimen; otras más de un realismo implacable y delirante, como el que teñía de horror a Ven y mira (1985), el memorable alegato antibélico del soviético Elem Klimov. La directora Maryna Er Gorbach ha concentrado en el poder de resistencia de una mujer, y con ella en el de tantas otras en Ucrania, una insólita nota final de optimismo.

Klondike se exhibe en la sala 2 de la Cineteca Nacional a las 13:45 y 18:15 horas.