Viernes 7 de abril de 2023, p. 15
Las perspectivas de crecimiento a corto y mediano plazos para la economía mundial siguen siendo débiles. A la desaceleración del año pasado por el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, se suma la previsión de que en 2023 la actividad avance menos de 3 por ciento, adelantó Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El estancamiento en los avances del producto interno bruto internacional se prevén duraderos. Proyectamos que el crecimiento global se mantendrá en torno a 3 por ciento por los próximos cinco años, nuestro pronóstico de crecimiento a mediano plazo más bajo desde 1990
, destacó Georgieva en su discurso preliminar a las Reuniones de Primavera del FMI con el Banco Mundial.
Explicó que parte de la proyección se debe a que alrededor de 90 por ciento de las economías avanzadas experimentan disminución en su tasa de crecimiento este año. La actividad económica se está desacelerando en Estados Unidos y la zona del euro, donde las tasas de interés más altas pesan sobre la demanda
, detalló.
Tasas de interés
También los incrementos en las tasas de interés están pegando a las finanzas de los países y genera preocupaciones sobre una posible ola de solicitudes de nuevos plazos y condiciones en los pagos de la deuda, y cómo manejarlas en un momento en que los casos de restructuración actuales enfrentan demoras costosas
, comentó la directiva.
Alrededor de 15 por ciento de los países de bajos ingresos ya están agobiados por la deuda y otro 45 por ciento enfrenta vulnerabilidades de deuda elevadas. Alrededor de una cuarta parte de las economías emergentes están en alto riesgo y enfrentan diferenciales de endeudamiento similares a los de incumplimiento
, advirtió.
Georgieva enfatizó que se debe continuar con el combate a la inflación y la salvaguarda de la estabilidad financiera, monitorear cuidadosamente los riesgos en los bancos y las instituciones financieras no bancarias, así como las debilidades en sectores como el inmobiliario comercial
.
Las presiones del sector bancario, en medio de tasas más altas y liquidez más escasa, expusieron fallas en la gestión de riesgos en bancos específicos, así como fallas en la supervisión
, reconoció.