Jueves 30 de marzo de 2023, p. 21
El Tianguis Turístico luce por las vistosas exposiciones que presentan los estados y las empresas privadas, por los carnavales que pasean entre los pasillos llenos de color, fiesta y música.
Detrás de los vestidos típicos y los instrumentos, cientos de trabajadores son ajenos a los lujos que rodean el evento, pues los precios de los alimentos en el Centro Citibanamex –donde se realizó el evento que concluyó ayer– y el área de comida son inaccesibles a sus presupuestos; no se hospedan en hoteles cinco estrellas y los pies ya no dan
, como expresan cuando conversan con este diario.
Venimos de San Luis Potosí, somos seis músicos; estamos hospedados en un hotel cerca del Metro (estación Toreo), pero no en el mismo en que están todos los demás. Llevamos aquí desde el lunes y todo el día debemos estar caminando y tocando. De comer nos dan un sándwich y un jugo y nos regresamos cuando todo acaba. Lo bueno es que hoy ya nos vamos. Nos pagan con venir, porque es promoción
, afirma José María, de 63 años.
Aline Anderson es una edecán que ofrece degustaciones de una cerveza artesanal en la zona de comidas del Tianguis, fue contratada por una agencia y su jornada se distribuye en ocho horas de trabajo con media hora de descanso, dividido en dos lapsos de 15 minutos, en ese tiempo debe comer.
El problema es que los alimentos aquí son muy caros, no alcanza con lo que me pagan y cuando salimos nos suben a camionetas que nos llevan a nuestro hotel, pero ahí no tenemos vales
, indica.
Los precios de la comida en el Centro Citibanamex no están al alcance de todos los asistentes del Tianguis Turístico. El buffet del restaurante cuesta 495 pesos por persona; en los camiones de comida un burrito vale 250 pesos, un taco de sirloin 150, un agua de sabor 60 y un agua natural 45 pesos.
Soy bailarín y me contrató directamente el gobierno para el evento, tengo que bailar todo el día. Nos dan comida, pero es un paquete con una chapata, jugo y papas. La verdad es que después de las 4 ya se cansa uno
, expresa Jonás, quien utiliza un penacho que pesa 10 kilos.
Otro problema que tiene es que el transporte que les proporcionan a él y a su grupo de baile sólo llega al Metro Auditorio, pero todos somos del oriente, entonces estamos saliendo a las 8 o 9 de la noche y de ahí hay que cargar con todas nuestras cosas todos los días
.
Dulce también es parte de los animadores de una empresa privada, después de tres días de presentaciones, dice, lo que más extraño es comer a mis horas, porque debo estar en forma para que nos contraten; pero es un evento muy exigente y no tenemos hora para descansar
.