Casi la mitad (47.4 por ciento) de las niñas y adolescentes perciben su casa como el espacio en el que existe más violencia, señaló Faviola Capetillo, responsable de Movilización y Campañas de World Vision México. Agregó que durante la pandemia nueve de cada 10 niños, niñas y adolescentes no se sentían seguros en algún espacio, todo el tiempo.

Al ponerse en marca en el país el Programa Centralidad de la Niñez (PCN), agregó que 27 por ciento considera que gritar no es forma de violencia, por lo que se sigue normalizando el castigo humillante contra menores y 86 por ciento menciona que el trabajo infantil es una forma de violencia contra la niñez.

Esmeralda Reyes, coordinadora del esquema PCN en México, resaltó que la estrategia se centra en el ejercicio de los derechos de la infancia, el buen trato y la crianza con ternura. Además a través de una escuela de liderazgo se fortalecerán las habilidades y capacidades de niños, niñas y adolescentes en liderazgo, a fin de incidir en el diseño de la política pública del país.

Marco Laguatasi, asesor en Latinoamérica y el Caribe del PCN expuso que muchas estrategias y políticas públicas destinadas a los menores se diseñan sin éstos; es decir, siempre son para ellos y no con ellos. Sostuvo que esta mirada debe cambiar, y ya en países como El Salvador, Ecuador y Colombia, los niños son parte de los consejos consultivos de los ministerios que trabajan con ellos. Muchas veces minimizamos la experiencia de los más pequeños, pero se les debe dar protagonismo, porque nos dan grandes lecciones.

El obispo José Hirais Acosta, encargado de la Dimensión Episcopal de Pastoral de los Pueblos Originarios y Afromexicanos manifestó: estamos convocados por la realidad de violencia que, con sus diversos rostros viven nuestros niños. Por ello es necesario poner nuestros esfuerzos, procesos, saberes y experiencias para cuidar, proteger y custodiar la integridad de los niños y adolescentes del país, y luchar juntos para construirles una vida en dignidad.

Indicó que desde el Episcopado mexicano pondrán su granito de arena, lo que implica un gran compromiso de generar vida y plenitud, así como protección de los derechos de los menores.

El PCN es un esfuerzo interinstitucional entre el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), World Vision América Latina y el Caribe, el Secretariado Latinoamericano y del Caribe Cáritas y la Federación Internacional Fe y Alegría. En México el programa buscará compartir buenas prácticas desde la prevención de violencia a la niñez, así como la potencialización de sus capacidades desde las comunidades de fe.