Sábado 11 de marzo de 2023, p. 22
Los rascacielos desaparecieron ayer entre la bruma y la calidad del aire cayó bruscamente en Pekín, capital de China, envuelta en una tormenta de polvo y alta contaminación. Las concentraciones de las micropartículas PM2.5, capaces de penetrar profundamente en los pulmones y el torrente sanguíneo, alcanzaron un rango peligroso en los sitios de monitoreo. El portal IQAir mostró un índice de 1.093, muy por encima de los niveles considerados insalubres
. Frente a una economía de crecimiento lento, China ha promovido la energía a carbón, lo que ha significado un revés para los intentos de reducir las emisiones que alteran el clima.