as condiciones económicas en México han estado cambiado con las necesidades creadas para el consumo de nuevas formas de transporte. Vehículos eléctricos nuevos que son totalmente diferentes a lo que hemos conocido.
Los beneficios son esperados con la certeza de que será una nueva oportunidad para sanear al planeta de la enorme destrucción que le hemos hecho.
Es importante hacer hincapié en que los automóviles eléctricos con batería de litio, además de ser la esperanza verde, ayudarán a disminuir otros males que hasta ahora nos perjudican, pero que prácticamente se han pasado por alto; nos referimos a la contaminación auditiva.
El perjuicio provocado por los altos decibeles (dB), es asunto que ha generado medidas universales recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se espera que, a la disminución de 60 dB, el problema de salud vaya disminuyendo con el funcionamiento casi silencioso del automóvil eléctrico.
Pero existe otra situación que no debemos olvidar: la novedad y las ventajas de la nueva forma de transportarse nos pondrán frente a una nueva relación laboral. Patrones y trabajadores enfrentarán los peligros de la explotación del personal obrero, como ha sido durante el capitalismo.
Tal vez, los horarios del personal a nivel operativo y su carga de trabajo sean menores a las ocho horas por jornada. La cantidad de los empleados administrativos también podría cambiar, considerando que el volumen de trabajo, posiblemente sea menor.
En esta nueva era del automóvil, las condiciones laborales deben mejorar. El personal, como cualquier otro de la industria automotriz o de otro rubro, deberá contar con la protección sindical, aprovechando la ocasión para mejorar las prerrogativas con las que cuenta en la actualidad.
La transición al transporte menos contaminante y más barato tal vez sea más rápida de lo que se espera, todo depende de la aceptación en el corto plazo.
El cambio en la tecnología automotriz nos motiva a reflexionar sobre muchos otros aspectos de lo que significa un cambio radical, como lo es la utilización de la energía eléctrica en lugar de la combustión interna. Aparentemente, las gasolinas estarían próximas a desaparecer, sin embargo, deben tomarse en cuenta otras situaciones con relación a los hidrocarburos. Su remplazo no precisamente será en corto tiempo.
La empresa que vendrá, mejor dicho que ya está aquí, seguramente tiene presentes los derechos laborales de su personal mexicano, entre ellos, el sueldo digno. En este caso, tendremos en México la inversión de una firma cuyo dueño es considerado como el millonario del momento, además de inteligente y talentoso, es reconocido por la versatilidad de sus inventos, de sus propuestas y por la agilidad con la que ha formado su enorme capacidad financiera.
La infraestructura actual muy pronto será la tecnología caduca. La nueva, que todavía no conocemos de lleno, va a cambiar actitudes, rutinas e incluso hasta la forma de comunicarnos. Utilizaremos nuevos conceptos, adoptaremos otro lenguaje técnico, vamos a tener costumbres diferentes y otros cambios sociales más.
¿Cuánto vamos a destinar para mantener funcional el automóvil eléctrico? no lo sabemos todavía, pero la expectativa es que sea una opción más barata, además de contribuir al mejoramiento ambiental.
Desde 2015 la propuesta del economista y físico Elon Reeve Musk fue producir automóviles eléctricos con la idea de aportar para la transición energética y relegar, lo más pronto posible, el consumo de los hidrocarburos como fuente principal para la transportación.
Musk, hasta el momento, es propietario de seis fábricas de automóviles en diversas naciones de tres continentes, su rival más próximo es China, con la mayor producción y venta de vehículos eléctricos.
La inversión que el empresario ha propuesto al presidente Andrés Manuel López Obrador es interesante por los apoyos que dará a otros proyectos relacionados con el abasto de agua y con la posible inversión en otras entidades del país.
El Presidente dejó en claro que nos encontramos en la búsqueda de la Cuarta Transformación de la nación, donde se pretende la eliminación de la corrupción, desde lo económico, pasando por lo político, todo con la finalidad de abonar a la recuperación de la soberanía y la ética en todos los aspectos de la vida de la sociedad mexicana. Por tanto, el subsidio para su empresa y su inversión en la nación está descartada.
Lo aquí expresado es parte de una reflexión más amplia sobre diversos aspectos de nuestra vida cotidiana en la era de las baterías de litio para el transporte eléctrico. Estamos ante una nueva situación social y económica mundial, una que no la habíamos vivido en otra etapa de la cultura del consumismo del automóvil.
Twitter @AntonioGershens