Adelfo, un joven adulto que estudió administración de empresas turísticas y trabajó algunos años en el turismo convencional de destinos de sol y playa, se convirtió en disidente de éste porque su conciencia ecológica despertó cuando conoció la nueva política en México que promovía el ecoturismo. Su postura crítica se debe a que dicha conciencia la tuvo desde edad temprana al ser originario de Huauchinango, y de familia de cafeticultores ubicados en la cuenca del río Necaxa, la cual fue declarada desde 1938, Zona Protectora Forestal Vedada; y el 9 de septiembre del 2002, como área natural protegida de competencia federal, es decir, Área de Protección de Recursos Naturales.
Desencantado de un turismo masivo, depredador y altamente lucrativo; decide junto con su esposa regresar a su terruño, y en una ladera de herencia familiar, construye una primera cabaña ubicada en la parte más alta del terreno para aprovechar su vista panorámica de la serranía. Empleó tablones de madera muerta de pino para construir las paredes; horcones, pilastras y polines para el techo que recubrió de tablones y lámina tipo teja; y para el piso, empleó cemento revestido de loseta rústica, cimentados en base de roca basáltica.
Posteriormente, él y su esposa construyeron un comedor, la cocina y dos pequeños cuartos para instalar baños secos. Las paredes laterales del comedor son de lodo aplanado y tienen grandes ventanales, la pared de fondo es de tabicón, y al costado norte de la habitación, está otro espacio dedicado a la recepción, que cuenta con una vitrina en donde venden café molido producido en la finca familiar, mermeladas y licores también de fabricación propia. Al exterior del comedor, hacia el oriente, se encuentra la cocina abierta con fogón, enseres y utensilios en general tradicionales (muy pocos electrodomésticos como el refrigerador). Ahí, recién diseñaron y construyeron una estufa ahorradora de leña totalmente de lodo aplanado para no romper con el conjunto de la construcción hecha de madera y ladrillos rojos. La estufa es obra de la esposa, quien se basó en varios modelos visibles en internet y diseñó su propia propuesta que tiene dos hornillas, un horno interior y un comal, los cuales permanecen calientes todo el tiempo mientras está la leña encendida o las brasas; se le recomendó patentarlo, para evitar piratería intelectual de algún visitante.
Los baños secos se encuentran hacia el exterior del comedor del lado poniente. Están impresionantemente limpios, bien ventilados y usan ceniza o aserrín para el manejo de las heces. En lugar de un lavabo, un conjunto de pequeñas rocas colocadas en una base, permiten la libre filtración del agua hacia un canalito que riega el solar trasero.
Adelfo es un guía de turistas certificado con base en una norma federal (NOM 09), comenzó a ofrecer los servicios de las cabañas con el nombre de Buena Vista, ubicadas a 15 minutos de la cabecera municipal de Huauchinango. Como actividades recreativas proporciona senderismo, el cual se realiza en una orilla de la Presa Necaxa, para ello, se debe atravesar el agua en lancha de remos, partiendo del embarcadero, el recorrido se aprovecha para el avistamiento de aves pescadoras y migratorias; así mismo ofrece contemplación del amanecer y recorrido del café para beneficiarlo de manera artesanal. Adicionalmente, su esposa proporciona comida regional y cotidiana de tipo festivo y casero. A lo largo de diez años de experiencia en sus cabañas, Adelfo ha vivido varios desencuentros y desencantos.
El primero fue la escasez y prácticamente nula existencia de un turismo interesado en los servicios que él y su esposa ofrecen; el escaso flujo de turistas no le permitía recuperar la inversión, y ni siquiera tener ingresos para subsistir; se dio cuenta que el turismo alternativo no podría ser un proyecto único de vida. Por ello, continúo con la siembra de café, de frutales, de milpa y la recolección de plantas y frutos comestibles disponibles en la zona, gracias a la gran diversidad ecológica de la Sierra Norte Poblana.
El segundo fue la falta de apoyo de las autoridades gubernamentales para fortalecer este tipo de emprendimientos, ya que se suele centrar todos los recursos disponibles en las cabeceras municipales asociadas a los Pueblos Mágicos de la región. Así, se les brindan todas las facilidades para desarrollar un turismo masivo de alojamiento y restauración, el cual explota y se apropia de los bienes bioculturales de las localidades cercanas.
El tercero fue la falta de redes colaborativas fuertemente consolidadas de emprendedores como él para hacer frente a sus dificultades de promoción de sus productos, precios justos, protección para la depredación del gran capital y funcionamiento de su capital social.
La única ventaja que tuvieron fue la pandemia de COVID 19, ya que la gente quería huir del contagio en las grandes ciudades y se refugiaron en sus cabañas, a partir de entonces pudo construir otras dos. Aun así, no desean crecer en número de visitantes, sino tener afluencia controlada y seguir en su economía diversificada. •