El pastor Arturo Farela Gutiérrez tiene en la pared de su oficina ocho fotografías con el presidente Andrés Manuel López Obrador. La primera fue tomada en un acto de campaña en 2006 y las más recientes corresponden a las dos reuniones que el religioso y los suyos sostuvieron con el jefe del Ejecutivo en Palacio Nacional. Lo amo, lo admiro y lo respeto, dice cuando se le pregunta sobre las imágenes.

Farela Gutiérrez tiene también algunos pendientes con el Presidente, a quien apoyó públicamente cuando fue candidato al precio de algunas sanciones oficiales: el pastor, quien preside la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) mantiene su demanda de que el Congreso armonice la legislación a fin de que los ministros de culto puedan ser votados.

“Este año 24 mil 500 pastores irán a votar en el estado de México y Coahuila (…y) resentirán la violación a sus derechos fundamentales”, un asunto escandaloso para una nación que se dice democrática.

El otro pendiente con la 4T es la autorización para que las iglesias cuenten con canales de radio y televisión. Aquí es más fácil abrir un canal de televisión pornográfico que uno que ayude a la sociedad con la difusión de principios.

Según Farela Gutiérrez, en una de las reuniones de 2019 en Palacio Nacional, el Presidente encargó a Olga Sánchez Cordero, entonces secretaria de Gobernación, analizar la posibilidad de que las asociaciones religiosas reciban concesiones de medios electrónicos.

Pese a que no ha habido avances, Farela Gutiérrez mantiene cierta confianza porque, a su decir, el Presidente ha mostrado interés en que los principios y valores bíblicos se esparzan en la sociedad mexicana para luchar en contra de la corrupción y la violencia.