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Celebran el poder del relato en la presentación de Victory City, de Salman Rushdie
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▲ Margaret Atwood, Neil Gaiman y Erica Wagner, reunidos en la plataforma de Pen América.Foto Captura de pantalla
 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de febrero de 2023, p. 9

Los escritores Margaret Atwood y Neil Gaiman presentaron ayer Victory City, la novela más reciente de Salman Rushdie.

El acto se realizó desde la plataforma de PEN América, que organizó el encuentro con sus homólogos de Canadá y Reino Unido.

Además de hablar sobre la nueva obra del autor de origen indio, los escritores respondieron preguntas de la crítica Erica Wagner, en tanto la actriz británica Sarita Choudhury leyó algunas partes de la novela.

Para Atwood, Victory City es un corredor con muchas puertas, en el que una lleva a la otra, sucesivamente. La parte mágica es que uno quiere seguir doblando las páginas. Es un libro encantador, porque te motiva a continuar. Es de una inventiva sin fin. Además, te invita a averiguar qué gran mentira tiene preparada (Rushdie), la cual hará que creas.

Lo primero que emocionó a Gaiman fue la sensación de no haber leído este libro antes. Precisó: “Tengo suficiente edad y lecturas para que la mayoría de los libros lleguen con una sensación de familiaridad. Es fresco, incluso, dentro de los mismos libros que Salman ha escrito. Como que había tomado todo lo escrito, en particular en sus dos libros para niños, respecto del placer puro de la invención, los combinó con otros libros, como Hijos de la medianoche, para contar de nuevo, a su modo, una parte de la historia del subcontinente indio, como un acto de imaginación”.

Gaiman nunca ubicaría Victory City en la categoría de realismo mágico; tampoco diría que es una gran novela de fantasía. Más bien es un acto de creación de mitos y del placer de contar historias, diseñado para que el lector pregunte qué son las palabras. También para hacernos pensar cómo los relatos perduran más allá de los héroes y de los países donde sucede la trama. Por eso es muy apropiado que estemos aquí celebrando la libertad de expresión, por la que Salman casi ha dado su vida en años recientes.

Atwood, poeta y crítica literaria, recordó que “en inglés decimos a los niños que no cuenten historias; es decir, mentiras. Hemos presenciado muchos ejemplos de historias que no son verídicas. Cómo las personas entienden el mundo tiene mucho que ver con la manera en que se comportan. Si su entendimiento del mundo no se basa en la verdad, pues van a pasar cosas muy raras.

“Cuando uno ve a otros que dan a conocer historias falsas con el objeto de influenciar a actuar de cierta manera, eso es propaganda. Entonces, el lado oscuro del aspecto maravilloso y mágico de esta historia (Victory City) es propaganda siniestra.”

Según Gaiman, las personas viven y mueren a causa de las historias. En los pasados cuatro o cinco años hemos visto personas motivadas por historias sencillas. Construimos nuestras vidas con base en los relatos, que son tan peligrosos como liberadores.