La Habana., La edición 38 del Festival Internacional de Jazz Plaza 2023 empezó en Cuba con sedes en las ciudades de La Habana y Santiago, escenarios para más de un centenar de conciertos de músicos de la isla y extranjeros.

Con actividades programadas hasta el próximo domingo, artistas de una veintena de países animarán la cita, considerada una de las más importantes del orbe en este género, aunque no en competencia.

El Festival Internacional de Jazz lo abrió el concierto Flautas sin fronteras, en el Teatro Nacional habanero, en el que el músico cubano Orlando Valle Maraca fungió como anfitrión de la Orquesta Sinfónica Nacional, así como de las también flautistas Jennifer Grimm, de Estados Unidos; Ana María Hernández, de Puerto Rico, y la cubana Niurka González.

En el concierto inaugural intervinieron además la cantante Paula Morelenbaum, el chelista Jaques Morelenbaum y el guitarrista Lula Galvão.

Participaron también los brasileños y cubanos José Portillo (piano), Oliver Valdés (batería), Degnis Bofill (percusión) y Rafael Paseiro (bajo).

El singular espectáculo transitó desde la más pura música clásica hasta el jazz latino, pasando por el bossa nova y ritmos afrocubanos.

El jazz catalizó, unió parte de esa herencia española, también la africana, y lo que estaba forjándose dentro de la cubanía, con elementos de la música de la isla, ya propiamente del siglo XIX, dijo a Xinhua el especialista Oni Acosta.

El también intérprete recordó la llegada del jazz a la isla desde el sur de Estados Unidos; se insertó de manera rápida en los estratos más populares, lo que con el tiempo generó un viaje de ida y vuelta con aportes mutuos a las culturas.

Por eso, más allá del género e incluso fuera de los lugares habituales, el Festival Internacional de Jazz llegará también a comunidades como el municipio de Centro Habana, donde el populoso Parque Trillo será escenario del espectáculo Misa pa (Chano Pozo y Juan Formell), que rendirá homenajea a la obra de ambas personalidades de la historia musical cubana.

Es otra oportunidad para disfrutar la estrecha relación entre el jazz y la música popular isleña, dijo a su vez Juana Acosta, aficionada que se dijo ser amante de ambos géneros.

Aunque es habitual que la cita reúna a diversos géneros musicales, en esta edición una novedad ha generado gran expectativa con la anunciada fusión entre música y pintura, que dará cuerpo al proyecto Jazz X Art del saxofonista, flautista y compositor estadunidense Ted Nash.

Ganador de dos Premios Grammy, Nash se unirá a reconocidos intérpretes cubanos en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde protagonizarán sesiones de improvisación, inspiradas en la obra del pintor cubano de raíces chinas, Wifredo Lam (1902-1982).

Impartirá además una conferencia de composición de jazz en la sala del museo dedicada a Lam, cuyo aniversario 120 se propone homenajear ese proyecto, que por primera vez une a un museo con músicos cubanos y estadounidenses.

Esos encuentros musicales tienen como objetivo crear un repertorio que se presentará en el museo, en un concierto dedicado a José Martí.

En el segmento teórico sobresale la edición 18 del coloquio internacional Leonardo Acosta in Memoriam, que recordará la impronta de ese ensayista, narrador, periodista, músico y musicólogo cubano en el aniversario 90 de su nacimiento.

Se rendirá homenaje a la agrupación de rumba cubana Los Muñequitos de Matanzas, por su 70 aniversario, así como al trompetista, también cubano, Bobby Carcassés, por 85 años de vida.