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Tumbando caña

Un adiós, nunca un olvido

P

ara muchas personas 2022 se recordará como el año en el que los premios Óscar quedaron marcados por un polémico golpe, la consagración de Messi al obtener el campeonato mundial o del último concierto del gran Joan Manuel Serrat. También supuso el adiós de la reina Isabel II, la leyenda del futbol brasileña Pelé, el actor Héctor Bonilla, el cantante cubano Pablo Milanés, el de su hija Aylin, la cantante brasileña Gal Costa, el folclorista Rubén Fuentes; Julio César Villafuerte, el hombre detrás de los éxitos de Olimpo Cárdenas y Julio Jaramillo

En el ámbito de la música sonera, salsa y jazz latino, nos toca recordar a músicos tan importantes como el trompetista cubano Elpidio Chappotin, los veracruzanos Arturo Pitalúa y El Negro Fallo; el compositor y comediante Jorge Zamora Montalvo, conocido como Zamorita; el cantante puertorriqueño Lalo Rodríguez; el sonero panameño Camilo Azuquita y recientemente el pianista y director de orquesta cubano Lázaro Valdés.

A reserva de, en otras entregas, ahondar más en la vida y obra de estos imprescindibles, recordaremos aquí algunos momentos destacables en sus carreras:

Arturo Pitalúa Alvaré, director de Los Pregoneros del Recuerdo quien falleció el 8 de agosto en el puerto de Veracruz a los 57 años. Fue en vida un guerrero de la música y un gran conocedor de los ritmos caribeños. A él se le reconoce como uno de los principales difusores y defensores de las corrientes musicales del son y bolero. Desde que se hizo cargo de la agrupación que fundara su padre, el clarinetista Carlos Pitalúa Rojas en 1955, se comprometió en seguir la tradición demostrando empeño, creatividad y prospectiva con un repertorio combinado de sones, guarachas, danzones, boleros y canciones repartidos en alrededor de 36 grabaciones y una presencia en múltiples espacios del baile popular dentro y fuera de Veracruz.

Fundador y cantante del Quinteto Mocambo, Rafael Santos Zamorano conocido como El Negro Fallo, partió el 27 de octubre a los 82 años. Originario del puerto de Veracruz fue un músico autodidacta que logró llevar el son cubano a la manera tradicional de guitarra, tres, contrabajo y percusiones con una impronta jarocha que lo hizo destacar por sobre otras agrupaciones similares. El nombre del conjunto se lo deben al pintor musical de México Pepe Guizar y el reconocimiento sonero al autor de Son de la loma, Miguel Matamoros, quien en su visista a Veracruz elogió al Negro y as u conjunto, parecen músicos cubanos, les dijo. “El legado de el Negro es su ejemplo de sonero”, dijo en una ocasión el maestro Memo Salamanca.

Jorge Zamora Montalvo, conocido como Zamorita, representa toda una época de la música cubana y de la comedia en México. Nació el 19 de abril de 1928, en el barrio de Los Pinos, en El Vedado, La Habana, y gracias a Tin Tan llegó a México. Con la ayuda del pachucote se quedó a probar suerte en nuestro país logrando consolidar una carrera alternada de compositor y actor de comedias. Sus primeras apariciones se dieron a inicios de 1950 en la pantalla chica como pionero de la comedia mexicana con Los Polivoces y Manuel El Loco Valdés. Participó en películas, telenovelas y sketches cómicos, además de componer temas románticos y bailables como Enséñame tú, La basura, No me molesto, Sr. Juez (Mi delito es por bailar el cha cha chá) y Bómboro Quiñá Quiñá que popularizó la Sonora Santanera. Falleció el 30 de noviembre en la ciudad de México a los 94 años siendo reconocido por sus aportaciones a la cultura popular nuestra.

Lalo Rodríguez, Un ícono de la música afroantillana, con una voz prodigiosa y talentoso como compositor, falleció el 13 de diciembre. Originario de Carolina, Puerto Rico (16 de mayo de 1958), fue un cantante, reconocido por sus éxitos Tristeza encantada, Ven, devórame otra vez, un obligado antecedente de lo que luego se denominó salsa erótica.

En 1973, con tan sólo 16 años se integró a la banda del genial Eddie Palmieri con quien grabó el álbum clásico The Sun of Latin Music, que se convirtió en la primera producción latina en ganar un premio Grammy en 1973.

También trabajó con Machito y Tommy Olivencia, y es considerado padre de la neo corriente salsera romántica junto con otros líderes como: Eddie Santiago, Willie González, José Alberto El Canario y Frankie Ruiz. Su legado, dice Rubén Blades: no desaparecerá mientras exista la música salsa.

Luís Argumédez Berguido, mejor conocido como Camilo Azuquita, falleció en su natal Panamá el 26 de diciembre. Su trayectoria como cantante reviste una gran importancia para la música panameña pues en 1966 es el primer intérprete nacional que sale del país para trabajar y grabar con una banda puertorriqueña, la de Rafael Cortijo. La calidad y fama de Cortijo dieron a Azuquita una tarima para proyectar la posibilidad del artista panameño y su capacidad para convertirse en figura internacional.

A lo largo de su carrera, trabajó con las mejores bandas del mundo de la salsa, desde la Sonora Matancera, hasta la Típica 73. Dirigió su propio grupo, Azuquita y su Melao, y en Francia, desde el club de salsa parisino, La Chapelle des Lombards , se encargó de presentar por años la música afro cubana a todo el viejo continente.

Azuquita de Panamá, con su inmediatamente reconocible voz, su habilidad como bailador y comunicador, y por su natural chispa y talento, es una figura de valor permanente en el panteón de la música latinoamericana y del Caribe

Entrando el año, justo el 1 de enero recibimos la noticia del deceso de Lázaro Valdés Espinosa, reconocido pianista y band lider quien falleció en la ciudad de La Habana a los 83 años. Músico, investigador y director de la agrupación Son Jazz, fue el último pianista de la Banda Gigante de Benny Moré, formación que dirigió y mantuvo activa durante varios años tras la muerte de su creador. Su legado musical constituye un referente para la pianística cubana.