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Adiós al Rey
El Cosmos de O Rei revolucionó el soccer y mezcló poder con glamur
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de diciembre de 2022, p. a12

A mediados de los años 70, el estadio del Cosmos en Nueva York reunía a personalidades del cine, el poder y la música como los Rolling Stones, Frank Sinatra, Liza Minnelli, Rod Stewart, Andy Warhol y la familia Kennedy. Era como estar en la corte del rey. Después de un tiempo sin jugar profesionalmente y muchos meses de negociaciones, Pelé se abrió paso por el balompié de Estados Unidos –también llamado soccer– y lo llevó a la cúspide de su popularidad con su última expresión artística.

En todos los partidos de gira durante sus tres temporadas en Norteamérica, el Cosmos atrajo enormes multitudes y generó contratos millonarios por derechos de transmisión en la North American Soccer League, donde conquistó su último título en 1977. Nunca sabías quién podía entrar por la puerta del vestidor, dice a La Jornada el español Santiago Formoso, compañero de cuarto de Pelé en su última gira antes del retiro.

“Nosotros teníamos un vestidor abierto, donde entraban hombres, mujeres y niños. No existía un protocolo tan estricto como ahora. Tenías que tener cuidado, porque te ibas a la ducha, salías medio en ‘pelotas’ y te encontrabas con la mujer del dueño del equipo (risas). Una vez entró Muhammad Ali, yo me quería caer de espaldas. Había peleado una noche antes en el Madison Square Garden y fue a saludar a Pelé hasta el estadio de los Gigantes”.

Convertido en una celebridad mundial, O Rei se retiró del Santos en octubre de 1974 como el único jugador en ganar tres campeonatos del mundo. Durante ese periodo, dos grandes clubes de Europa, el Real Madrid y la Juventus, intentaron llevarlo a sus filas, pero el brasileño, convencido por el entonces secretario de Estado Henry Kissinger, finalmente firmó un contrato de tres años con valor de 2.8 millones de dólares con los propietarios del club, todos ejecutivos de la Warner Communications.

“Con la llegada de Pelé al futbol de Estados Unidos todo empezó a cambiar. De ser un deporte menor, que para algunos sigue siendo soccer, llegó a estar al nivel de la NFL, el basquetbol y el beisbol”, explica Formoso. Con el tiempo se unieron al equipo otras superestrellas mundiales, entre ellas Franz Beckenbauer, Johan Cruyff, Carlos Alberto, George Best y Giorgio Chinaglia. Encontraban en Nueva York la posibilidad de tener una vida normal, de caminar por la Quinta Avenida sin que nadie los reconociera.

Atraídos por la presencia de O Rei, los seguidores del Cosmos no sólo superaron las expectativas en el número de asistencia, sino también en capacidad, al apretujarse hasta 77 mil 691 personas en un inmueble de 76 mil asientos. Así fue como un club que había nacido pocos años antes, y que regalaba pases para sus partidos con la compra de boletos de estacionamiento en Manhattan, se convirtió de pronto en el más célebre en el futbol mundial.

Aunque los estadunidenses no entendían muy bien este deporte, recorrimos los cinco continentes y en todos se hablaba del Cosmos de Pelé, recuerda Formoso, conmovido aun por la noticia que le ha dado la vuelta al mundo. Lo siento, es un día muy fuerte para mí.

Antes de su último partido en octubre de 1977, en el estadio de los Gigantes, el genio que convertía el futbol en poesía tomó el micrófono en un podio en el centro del campo, acompañado por su padre y Muhammad Ali. Sonriente, se dirigió a una multitud de 75 mil personas para despedirse: Ahora digan conmigo tres veces, por los niños: ¡Amor! ¡Amor! ¡Amor!