Miércoles 30 de noviembre de 2022, p. 4
En el diferendo con Estados Unidos sobre maíz transgénico, México debe privilegiar los intereses de la nación y la potestad de sus agricultores a decidir qué siembran, pues las presiones para abrirse comercialmente no pueden estar por encima del derecho a una alimentación sana
, declaró un experto del gobierno.
El secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), Alejandro Espinosa Calderón, lamentó la desinformación
que hay sobre el tema en diversos medios respecto a los alcances de la prohibición de granos transgénicos.
La Cibiogem es un órgano de alto nivel del Poder Ejecutivo, encargado de fijar políticas en su materia y está integrado por secretarías de Estado y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
En entrevista con La Jornada, el investigador recordó que el decreto mediante el cual se prohíbe el uso de semillas de maíz transgénico y se ordena la restricción paulatina del uso del glifosato en el país se promulgó el 31 de diciembre de 2020, en respuesta a una petición de la misma gente, del campo mexicano y de los científicos
que se oponen a ambos compuestos.
Los señalamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el tema han sido contundentes
, sobre que la prohibición de maíz transgénico está vigente sólo para el uso alimenticio humano del grano, pero no para el pecuario o industrial, enfatizó.
La clave, el interés nacional
El mandatario lo dice muy claro: no es un asunto de acuerdos comerciales, sino de los intereses de cada nación. Los productores de Estados Unidos tienen derecho a decidir qué siembran y nosotros a decidir qué compramos. México tiene que defender su autonomía, porque ninguna empresa ni instancia puede estar por encima del derecho a una alimentación sana
.
Espinosa recalcó que los productos de maíz transgénico amarillo, como frituras, glucosa, almidón alimenticio o alta fructosa no pueden ser importados. Alertó que permitir la llegada de productos genéticamente modificados significaría un daño terrible a la diversidad de variedades nativas, que son el sustento de la humanidad
.
El especialista señaló que dichos granos locales tienen resiliencia, son el baluarte de los mexicanos ante el cambio climático y el gobierno debe mantener nuestro más sagrado tesoro sin que se contamine
.
Destacó que existen diversas investigaciones sobre los posibles riesgos del uso del glifosato y el maíz transgénico y cuando hay duda razonada o falta de información sobre algún elemento, es preferible utilizar el principio precautorio
y evitar su consumo e importación.