Ahuisculco, Jalisco
Estrategias comunitarias para el cuidado del territorio
El cuidado del territorio, como todos los sistemas de cuidado, es multidimensional y se manifiesta en diversos ámbitos de la vida comunitaria. En la población de Ahuisculco, situada en Tala, Jalisco, el cuidado comienza en el reconocimiento de la importancia de los bienes ambientales, y se expresa a través de distintos procesos organizativos para defenderlos. Entre ellos sobresalen la organización de un comité comunitario del agua y la articulación de un grupo de campesinos y campesinas que trabajan en la transición de cultivos agroecológicos. Ambos procesos contribuyen a afrontar las amenazas de despojo del agua y de la tierra provocados por la expansión de la mancha urbana y de los corredores industriales, la instalación de invernaderos para la siembra de berries y de campos agaveros, el debilitamiento de los lazos comunitarios en función del usufructo individual sobre el beneficio colectivo, además del desequilibro de los servicios ecosistémicos, entre otros riesgos.
Ahuisculco es un pueblo que se reconoce por la siembra de caña de azúcar, cultivo que desde hace varias décadas es el sustento para las familias de la región. Hace dos años, un grupo de agricultoras y agricultores comenzó a cuestionarse sobre los impactos ambientales, de salud y económicos que provocaba el alto uso de agroquímicos en la siembra de la caña y otros alimentos; ante esta preocupación, se conformó un colectivo de personas interesadas en la transición de la siembra, quienes desde hace tiempo y con el acompañamiento de un técnico de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, se capacitan en la fabricación y la aplicación de fertilizantes orgánicos en sus parcelas. Además de experimentar el cambio de cultivo de químico a orgánico, buscan formar redes con otros poblados de la región para intercambiar y distribuir los productos agroecológicos que elaboran y de esta manera involucrar a otros actores.
Para lograr que la transición del modelo de agricultura se convierta en una demanda comunitaria por la soberanía alimentaria, será importante enfrentar algunos retos como la consolidación de un grupo de personas convencidas y comprometidas con el cambio de siembra; el trabajo continuo y la implementación de técnicas agroecológicas en sus parcelas; la documentación de la experiencia y el involucramiento de otros sectores de la comunidad; además de los factores externos como la invasión de invernaderos y la demanda de la industria tequilera en la zona. A pesar de los desafíos que existen en la región, la agroecología es un componente fundamental para la defensa de la tierra del poblado.
En el caso del Comité de Agua Potable, la agrupación tiene como función gestionar la red que lleva el agua proveniente del río Agua Caliente a los hogares, así como vigilar las condiciones en las que se accede a este bien, lo que es posible porque, a diferencia de la mayoría de las comunidades en México, Ahuisculco puede administrar de manera independiente sus recursos hídricos. Para que la autonomía de la gestión del agua sea eficiente, el trabajo operativo de los integrantes del Comité está acompañado por procesos colectivos para la información, vigilancia y toma decisiones en torno al agua. Este proceso compartido, entre el Comité y la comunidad, ha permitido hacer frente a distintos amagos, como el intento de instalación de una empresa en las márgenes del río Agua Caliente o las recientes infiltraciones a la red de distribución, causando la contaminación del agua, haciéndola insalubre para el consumo humano. El mayor reto para este comité es mantener abierta la deliberación colectiva poniendo en el centro el agua como un bien común, buscando respuestas colectivas sobre las posibles soluciones de uso particular.
Además de los dos ejemplos, en Ahuisculco existen otros procesos en los que el cuidado del territorio es visible, como la articulación con la organización Selva Negra para el mantenimiento del corredor biológico que comienza desde el Bosque de la Primavera y llega a la Sierra de Quila, además de la activación de las huertas frutales familiares para una alimentación saludable, y la generación de acuerdos entre los integrantes del ejido para evitar la instalación de invernaderos en sus parcelas.
En los procesos comunitarios que se llevan a cabo en Ahuisculco, las estrategias tienen mira de largo plazo, pues buscan resolver las necesidades presentes y construyen condiciones para evitar problemas y mejorar las condiciones en el futuro. En Ahuisculco la esperanza se manifiesta en la defensa del territorio, esto implica reconocer el cuidado de las personas que habitan en él: su salud, alimentación, y las relaciones comunitarias, de esta manera, se fortalecen procesos responsables y compartidos que implican la toma de decisiones colectivas; la preservación de la historia y del porvenir de la comunidad, es decir, la defensa de los bienes naturales que viven y vivirán en su territorio: el agua, la tierra, las semillas, los árboles y sus frutos. •