Aunque se estima que más de 7 mil venezolanos han sido expulsados a México desde Estados Unidos luego de que ese país cambió sus políticas migratorias en octubre, el gobierno mexicano no ha publicado ruta de apoyo humanitario y estancia migratoria regular para los migrantes originarios de Venezuela, lo que propicia separación familiar, saturación de albergues civiles, incertidumbre en los migrantes y violencia contra esta población, de acuerdo con el Instituto para las Mujeres en la Migración (Imuni).

La organización, que junto con organismos civiles estadunidenses desarrolla una misión en el sureste mexicano para documentar la situación de los venezolanos, señaló en un comunicado que el 12 de octubre los gobiernos de México y Estados Unidos hicieron pública una política migratoria bilateral que coloca a la población venezolana en las nacionalidades expulsadas a territorio mexicano bajo el Título 42. Esta medida, acompañada del anuncio del limitado programa parole humanitario con requisitos de elegibilidad muy estrictos, obstaculizan el derecho a solicitar protección internacional de los venezolanos.

El Imumi agregó que del 6 al 11 de noviembre, junto con las organizaciones Apoyo a Migrantes Venezolanos, Women’s Refugee Commission (WRC) y Center of Democracy in the Americas, desarrolla una misión civil a los estados de Chiapas y Oaxaca para monitorear y documentar la situación de las mujeres y las personas de la comunidad LGBTI+ venezolanas, como consecuencia de las expulsiones por las políticas migratorias.