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Anomalías datan de hace 14 años

Construcciones irregulares en La Nueva Viga fueron toleradas por autoridades

La alcaldía Iztapalapa puede clausurarlas y luego demolerlas

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▲ Ignorando el fuerte olor, los dueños de las bodegas fincaron sin permiso en la parte superior.Foto Luis Castillo
 
Periódico La Jornada
Martes 21 de junio de 2022, p. 30

La falta de supervisión por parte de las autoridades permitió que se construyeran 65 casas habitación y 10 bodegas sobre locales comerciales de La Nueva Viga, ubicada en Eje 6 Sur, en Iztapalapa, lugar considerado como el segundo mercado más grande de pescados y mariscos en el mundo.

De acuerdo con fuentes consultadas, la alcaldía es la encargada de otorgar manifestaciones de obras y de no haberse solicitado tiene las atribuciones para que el personal del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) a su cargo proceda a la suspensión o clausura.

De la misma manera, se tendría que empezar un proceso administrativo que lleve a la demolición del inmueble, pues aun cuando se trata de un espacio privado existe una normatividad para que funcione como mercado y ahí no se consideran este tipo de obras.

En la ley del Invea se establece que las alcaldías tendrán de manera exclusiva la función de ordenar al personal especializado, en funciones de verificación del instituto, practicar visitas de supervisión administrativa en materia de construcciones y edificaciones, así como en otras 13 materias en las cuales también se encuentran temas relativos al uso de suelo; así que si estas construcciones no se levantaron en la actual administración de la demarcación, tiene facultades para proceder, indicaron las fuentes consultadas.

Comerciantes y empleados del lugar que pidieron el anonimato, comentaron que gran parte de las casas de uno y hasta tres niveles fueron construidas hace 14 años, aunque hay otras que tienen menos de cinco y unas más que actualmente son modificadas.

Mientras, la mayoría de las nuevas bodegas edificadas son estructuras de metal, con excepción de El Navegante, que es de tabique y cristal, lo cual tampoco debería estar permitido, pero lo hicieron, porque con don dinero se hace todo.

Durante el periodo en que se erigieron los inmuebles nunca se apareció un verificador a revisar permisos o autorizaciones. Nadie los molestó y hoy tenemos una gran unidad habitacional.

La Jornada solicitó información a la alcaldía Iztapalapa sobre si se harían verificaciones, pero no hubo respuesta.