Domingo 29 de mayo de 2022, p. 16
En los dos años de pandemia, cerca de 7.6 millones de personas en el país dejaron de engrosar la lista de trabajadores activos por el desánimo para encontrar un puesto laboral o porque alguna situación se lo impide; de este universo, dos de tres son mujeres.
La Encuesta sobre Ocupación y Empleo (ENOE) al cierre del primer trimestre de 2022 revela que 7 millones 591 mil 225 personas son parte de la población no económicamente activa disponible; es decir, ciudadanos en edad de trabajar que no participan en el mercado laboral y que no realizan y no buscan alguna actividad económica, lo que representó un aumento de 33.7 por ciento respecto de los 5 millones 679 mil 187 que se registraron en el mismo trimestre de 2020.
En enero-marzo del presente año las mujeres suman 4.7 millones que están disponibles para trabajar, un 23.2 por ciento más con relación al mismo periodo de 2020 ; mientras los hombres suman 2.9 millones.
En los pasados 24 meses se incrementó el número de activos desanimados
; es decir, personas que no acuden al mercado laboral porque creen que las condiciones de la economía mexicana no les permitirán encontrar un empleo.
La ENOE, que da a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), especificó que de la población que no está dentro de la económicamente activa, la disponible para trabajar que ha desistido de buscar empleo pasó de 109 mil 384 durante el periodo enero-marzo de 2022 a 124 mil 961 en el mismo periodo de 2022.
En tanto, la disponibilidad para trabajar que no busca empleo por considerar que no tiene posibilidades, subió 34 por ciento (1.9 millones) en el primer trimestre de 2022 con respecto al mismo periodo de 2020.
Cerca de 4.7 millones de mujeres están disponibles para trabajar, pero no buscan empleo porque consideran que no tienen posibilidades. En tanto, las mujeres con interés para trabajar, pero están bajo un contexto que les impide hacerlo ascienden a 2.4 millones; mientras 464 mil 549 son hombres.
Las mujeres, según la ENOE, que se declaran sin interés para trabajar por atender otras obligaciones, ascienden a 21.4 millones, muy por encima de los 6.7 millones de los hombres.
Analistas económicos han explicado que el mercado laboral está afrontando un fenómeno poco usual, pues los hogares están enfrentando el reto de haber visto reducidos sus ingresos por la pérdida del empleo, al tiempo que, sobre todo las amas de casa, deben permanecer en el hogar para el cuidado de los hijos.
Sector con las mayores desventajas
Luego de que enfrentaron las mayores desventajas en el mercado laboral y redujeron su participación en actividades remuneradas a causa de la pandemia, la movilidad de las mujeres mayores de 15 años en México en acceso al empleo ha mejorado, pero se corre el riesgo de repetir un problema histórico: mantener la baja participación de las mujeres en el mercado laboral nacional, alertó el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (Ceey).
Añadió que el principal obstáculo a la movilidad laboral de las mujeres ha sido su exclusión del mercado de trabajo para realizar, sin reconocimiento ni remuneración alguna, labores domésticas o de cuidado de otras personas.
De acuerdo con el Ceey, la baja participación de las mujeres en actividades remuneradas se asocia con el elevado trabajo de cuidados que realizan dentro y fuera del hogar, lo que las mantiene fuera de la población económicamente activa (PEA) o en trabajos de baja remuneración y limitadas posibilidades de desarrollo laboral.