En México existen 560 especies sujetas a explotación pesquera y 300,000 personas que dependen de las pesquerías artesanales, por lo que la gobernanza y el buen manejo de los sistemas pesqueros representan un reto.
Las organizaciones pesqueras aprovechan de manera ordenada los recursos, pues saben que las malas prácticas pueden conducir a la sobreexplotación, deterioro ambiental e inestabilidad social en sus comunidades. Sin erizos, pulpos, langosta, peces y otras especies, el océano se desestabiliza y pierde la capacidad de recuperarse mientras continúan las presiones de una población global creciente. Las pescadoras, pescadores y sus comunidades, mediante su conocimiento tradicional, contribuyen a la sostenibilidad de las pesquerías y al bienestar social, proponiendo sistemas de gobernanza compartida y siendo co-responsables. Desde hace décadas, las mujeres y las juventudes contribuyen, así como expertas y expertos comunitarios en biología y ecología marina, buceo científico, entre otras actividades, en el cuidado de los recursos marinos. Sin embargo, estos actores no están conectados, y las pesquerías, como los retos que enfrentan, son complejos y, por ende, requieren de la participación de todos para encontrar soluciones a los retos que enfrentan.
Así, en 2020, entre la incertidumbre y aislamiento por la COVID-19, un grupo de personas comenzaron a intercambiar retos y soluciones, tejiendo la Red de Pescadoras y Pescadores virtual en México.
Un modelo en red para la acción colectiva pesquera
Este espacio de aprendizaje continuo busca intercambiar y co-crear soluciones mediante cuatro elementos clave de acción colectiva:
1.Una visión compartida, que inspira al grupo y que ha permitido crear una agenda común con metas participativas. Mediante la producción del conocimiento colectivo y el reconocimiento de los diferentes tipos de saberes, con cuatro grupos temáticos descritos más adelante, se brindan herramientas a las comunidades para la comprensión de los procesos ambientales que suceden en el territorio que habitan, y se abona a su empoderamiento para la toma de decisiones sobre el manejo de los recursos marinos de los que dependen.
i.Monitoreo oceanográfico: mujeres y hombres de comunidades costeras especialistas en monitoreo oceanográfico producen datos (p. ej., temperatura, nivel del mar, ADN ambiental, corrientes), y se alían con la academia.
ii.Monitoreo comunitario: consiste en el monitoreo biológico submarino en torno a 18 Zonas de Refugio Pesquero, cinco Reservas Comunitarias y seis Áreas Naturales Protegidas.
iii.Fotografía comunitaria “Pescando el Momento”: con 1,400 fotografías, han documentado la vida en las comunidades pesqueras, desde la lente de las personas que las habitan. Un integrante participó como jurado en el concurso de fotografía “La vida de las comunidades pesqueras frente al COVID-19 en América Latina y el Caribe”.
iv.Pesquerías sostenibles: Se promueve el intercambio de conocimientos y soluciones sobre 12 pesquerías para fortalecer sus capacidades en el manejo autónomo bajo estándares internacionales de sostenibilidad.
2.Un sistema de medición para evaluar el impacto de la red en la sostenibilidad de las pesquerías y el bienestar comunitario.
3.Comunicación continua para identificar y replicar soluciones de retos complejos. Las soluciones identificadas por integrantes de la red comienzan a ser compartidas en PescaData (una app diseñada por y para pescadoras y pescadores, que facilita el registro de información pesquera y la conexión de más de 1,300 personas usuarias).
4.Un grupo núcleo formado por pescadoras y pescadores, con acompañamiento de una organización de la sociedad civil, asegura la buena gobernanza de la red y la diversidad e inclusión de voces representadas.
En resumen, la Red busca: generar ciencia ciudadana; transmitir conocimientos entre comunidades y organizaciones pesqueras, generar alianzas para buenas prácticas pesqueras y el bienestar intergeneracional de las comunidades.
Todos los que estamos involucrados en la actividad de la pesca necesitamos estos talleres para ver, saber y observar que estamos en los niveles de tomar fuertes decisiones para seguir aprovechando nuestros recursos, ya que, con estos cambios climáticos y la falta de conciencia en las explotaciones del recurso, día con día estamos ocasionando la extinción de muchas especies y la verdad con estos talleres logramos abrir y obtener una radiografía de lo que necesitamos hacer. Gracias a todos por seguir en pro del buen aprovechamiento de los recursos pesqueros. Pescador en un taller sobre certificaciones de pesquerías sostenibles. •