Alza en combustibles, por Guerra en Ucrania
Jitomate, paquetes vacacionales y gasolina regular son los productos que observaron mayor incremento
Sábado 23 de abril de 2022, p. 14
En la primera quincena de abril, la inflación fue de 7.72 por ciento anual, la mayor en 21 años, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En particular durante la primera quincena del mes, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que mide la inflación, registró una variación de 0.16 por ciento respecto de la quincena anterior.
De acuerdo con el organismo autónomo, el índice de precios de la canasta de consumo mínimo, el cual monitorea las variaciones de los precios de 176 productos y servicios que son considerados en las canastas alimentarias y no alimentarias del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), observó un alza anual de 8.29 por ciento.
El dato, que es superior a la inflación a tasa anual, refleja la manera en que el alza afecta la capacidad de compra de los hogares, sobre todo en los de menor ingreso, que son los que destinan la mayor parte de sus recursos a la compra de bienes básicos, como alimentos.
Los productos que impulsaron la inflación fueron el jitomate, con una variación quincenal de 16.55 por ciento; los servicios turísticos en paquete, con 9.36 por ciento a causa de las vacaciones de Semana Santa; el chile serrano, con 15.16 por ciento, y la tortilla de maíz, con 1.14 por ciento.
Aun cuando los combustibles suman siete semanas con dos subsidios para minimizar su encarecimiento debido al conflicto bélico en Ucrania, los energéticos siguen siendo uno de los factores determinantes de la inflación, pues la gasolina regular mostró una variación quincenal de 0.80 por ciento.
Los precios que observaron una disminución fueron los de la electricidad, con 12.31 por ciento, pues en el cuarto mes del año comenzó el programa de tarifas eléctricas de temporada cálida en Mérida, Monterrey, Acapulco, Torreón, Veracruz, Villahermosa, Tampico, Monclova, Chetumal, Iguala, Tepic, San Andrés Tuxtla, Campeche, Tehuantepec, Ciudad Acuña, Cancún, Coatzacoalcos y Tuxtla Gutiérrez.
Otros productos que mostraron reducción en su costo fueron la cebolla, con 13.50 por ciento; el limón, con 17.28 por ciento, y el gas doméstico, con 1.75 por ciento.
El índice de precios no subyacente, el cual incluye los productos con mayor volatilidad, retrocedió 0.66 por ciento respecto de la quincena anterior, pero en su medición anual aumentó a 9.38 por ciento.
El índice de precios subyacente observó incrementos de 0.44 por ciento frente al periodo inmediato anterior y 7.16 por ciento respecto de igual lapso del año pasado.
Fuera del margen
Con el resultado publicado ayer, la medición se alejó de nueva cuenta del objetivo del Banco de México (BdeM), que es de 3 por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo.
Esta es la segunda quincena que el indicador aumenta y suma 27 periodos consecutivos por arriba del objetivo del banco central mexicano.
Janneth Quiroz Zamora, subdirectora de Análisis en Grupo Financiero Monex, comentó en su cuenta de Twitter que con el repunte de los precios de la primera quincena de abril, la brecha de inflación aumentó por segunda quincena consecutiva, con lo que alcanzó el nivel más elevado desde la segunda mitad de enero de 2001
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Aunque la tasa anual de la inflación es la más alta en 21 años, el objetivo que tenía el BdeM a inicios del siglo era llegar a 6.5 por ciento, mientras la tendencia del INPC era a la baja, pues se buscaba que en 2023 llegara a 3 por ciento.
Grupo Monex consideró que el alza de 0.16 por ciento en la primera quincena de abril es atípica, porque desde 2010 se han observado datos negativos en periodos similares por la entrada en vigor de los subsidios a las tarifas eléctricas.
Apuntaron que el problema inflacionario, que no es único de México, se ha agravado a partir de la invasión rusa a Ucrania y las medidas de confinamiento que se establecieron en algunas ciudades de Asia para contener al covid-19, por lo que estima que los bancos centrales actúen con mecanismos en tono de urgencia.