El caso Vicente Guerrero en la Demanda Colectiva
La Demanda Colectiva para la defensa de los maíces nativos en el estado de Tlaxcala y en nuestro país tiene un significado importante en nuestra sociedad y principalmente para los campesinos y campesinas que han sido los principales custodios o guardianes de esta semilla milenaria. El maíz es el alimento básico de las familias tanto en las comunidades rurales y urbanas que en conjunto con la calabaza, el frijol, el haba y las plantas comestibles (quelites, verdolagas, miltomate) forma el sistema milpa que es un componente básico de nuestra agrobiodiversidad agrícola. Esta Demanda fue presentada el 5 de julio de 2013 por un grupo de ciudadanos y ciudadanas y otras personalidades de nuestra sociedad que busca proteger el derecho humano de conservar, utilizar y participar de la biodiversidad de los maíces nativos, frente a la amenaza que representan los maíces transgénicos; también es un derecho colectivo de la población mexicana, derecho reconocido por la Constitución, las leyes y los tratados internacionales, siendo México centro de origen y diversificación continua.
La Demanda Colectiva fortalece los esfuerzos de defensa y protección de los maíces nativos, aunado a la lucha del Grupo Vicente Guerrero (GVG) y las comunidades campesinas e indígenas del estado de Tlaxcala que iniciamos hace 24 años realizando ferias del maíz, foros informativos, encuentros e intercambios, informando de forma directa el peligro y amenaza de los maíces transgénicos. Esta Demanda cuenta con una medida precautoria basada en el riesgo de daño inminente al medio ambiente, impide a las empresas trasnacionales liberar maíces transgénicos en el campo mexicano en tanto se resuelva el juicio de acción colectiva.
Para el GVG las ferias del maíz son una forma de resistencia pacífica y un mecanismo de defensa de las semillas nativas porque representan un espacio de intercambio, que a pesar de que en el caso de México el gobierno quiere hacer pasar todas las semillas a través de tamices monetarios, que impulsa a través de la “Ley federal de producción, certificación y comercio de semillas” aprobada en nuestro país en 2007 y reglamentada en 2011 (DOF, 2011), las y los campesinos se resisten a ese modelo. Estas ferias tienen por objetivo fomentar el acercamiento entre campesinos, campesinas e indígenas y la población urbana para reconocer las variedades de maíz nativo que existen en el estado de Tlaxcala y otras regiones, así como propiciar el intercambio no solo de semillas sino también de saberes y haceres entre estos actores, y de esta forma promover acciones encaminadas a la soberanía alimentaria.
La defensa de nuestras semillas es un componente básico del movimiento campesino e indígena y por lo tanto, debemos de exigir a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) abstenerse de realizar actividades tendientes a otorgar permisos de liberación al ambiente de maíces transgénicos en nuestro país y efectuar procedimientos para la liberación comercial, piloto y experimental al ambiente en todo México. Estas instituciones deberán de ser neutrales en este litigio jurídico y no ponerse de parte de las agroindustrias que solo quieren el beneficio económico, sin tomar en cuenta la importancia alimentaria, cultural y de identidad que los campesinos y campesinas que le dan desde hace 10 mil años aproximadamente.
En este 2022 la Demanda Colectiva cumplirá 9 años deteniendo la liberación de los permisos para la siembra de maíz transgénico en nuestro país, así mismo en el estado de Tlaxcala celebramos que este 13 de octubre de 2021 hubo una decisión histórica de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia la Nación invalidando por unanimidad los amparos contra la medida precautoria interpuesta por las grandes empresas trasnacionales de la agroindustria. Esta decisión permitirá recargar baterías para seguir en la lucha y defensa del patrimonio biocultural de los campesinos y campesinas de nuestro país y reagruparnos las 53 personalidades que hicimos desde un inicio la demanda colectiva con el apoyo de nuestra sociedad y seguidores internacionales de nuestra lucha para conservación y preservación de los maíces nativos.
Igualmente, el GVG como parte de la defensa, protección e información del proceso jurídico de la Demanda Colectiva en este año realizaremos Ferias del maíz en las comunidades de Nazaret del Municipio de Altzayanca, en Cuauhtenco del municipio de Contla de Juan Cuamatzi, y la madre de todas las ferias en Vicente Guerrero del Municipio de Españita; del Estado de Tlaxcala. En éstas, difundiremos el avance de la Demanda Colectiva, como también los pasos a seguir por si hubiera cambios en dicho proceso legal, siempre con el apoyo y orientación de los abogados que nos representan. Todo esto como una estrategia de mantener informadas a las comunidades, ejidos y la ciudadanía de nuestro estado y país sobre la situación de los maíces criollos ante la amenaza contundente de las semillas transgénicas de las trasnacionales y los programas gubernamentales que promueven estas semillas.
Mandamos un mensaje a nuestra sociedad a no perder de vista este proceso legal, como también a seguir consumiendo productos elaborados con maíces nativos y degustando los platillos con componentes del sistema milpa. •