Lunes 21 de febrero de 2022, p. 26
Madrid. Al grito de: Casado, dimisión
y Ayuso, presidenta
, unas 5 mil personas se manifestaron frente a la sede del derechista Partido Popular (PP) para exigir la renuncia de la directiva. La mayoría de los manifestantes eran militantes o simpatizantes de la formación política conservadora, que es además el principal partido de oposición de España y el cual vive una crisis de confiabilidad sin precedente.
El PP, grupo político que surgió en 1989 como sucesor de Alianza Popular y de la derecha española que surgió del posfranquismo va en picada en las encuestas y su actual directiva es cuestionada por partidarios y militantes.
El origen del conflicto fueron las tensiones entre el actual líder, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a raíz de un supuesto contrato en el cual la mandataria madrileña podría haber incurrido en prevaricación.
La trama es compleja: un supuesto informe, presuntamente filtrado por La Moncloa (sede oficial de la presidencia del gobierno español, en manos del socialista Pedro Sánchez) y un intento de contratación de una agencia de detectives para investigar al entorno más cercano a Díaz Ayuso, al parecer con el objetivo de expulsarla de la vida pública y eliminarla como rival al interior del partido.
El conflicto estalló tras la publicación de la información de la contratación de los detectives, que se habría hecho a instancias del líder del PP y de su secretario general, Teodoro García Egea, en teoría el autor intelectual de la persecución a Díaz Ayuso. Fue entonces cuando se cruzaron graves acusaciones de traición, deslealtad y crueldad.
Ese desencuentro en la cúpula del PP es el que se expresó ayer en la calle Génova, en Madrid, donde se encuentra la sede principal del partido, con miles de inconformes exigiendo la dimisión de Casado y su actual Ejecutiva. Según todas las encuestas y los sondeos realizados hasta ahora por el conflicto, la mayoría de los votantes de la derecha se han alineado con Díaz Ayuso. Otros también empiezan a alejarse de la formación política, al punto de que al menos dos encuestas ya sitúan al partido de extrema derecha Vox por delante del PP.