Número 173 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
Saharahuis
Mural con rostros de desaparecidos saharauis. AFAPREDESA

Sultana Jaya, un año de asedio, violaciones y abusos

Mah Iahdih Nan Delegado del Frente POLISARIO en Colombia

No hay duda, la vuelta a las armas el pasado 13 de noviembre de 2020 ha puesto de los nervios a las fuerzas de ocupación y represión marroquíes en el Sáhara Occidental. Desde esa fecha se han multiplicado los actos de violación y vulneración de los derechos más básicos de la población civil saharaui. Están aprovechando el cierre de la zona a cal y canto (siempre ha estado cerrada a los observadores independientes, pero ahora, con la pandemia, han bajado el telón y han apagado las luces) y están cometiendo tropelías y arbitrariedades en masa, sin testigos y con la impunidad de siempre.

En los últimos años, hemos asistido a todo tipo de violaciones como asesinatos, torturas, encarcelamientos, allanamiento de domicilios, retenciones arbitrarias, secuestros, palizas, amenazas, coacciones, arrestos domiciliarios, severas condenas, acosos a las viviendas de los activistas, limitación de la libertad de movimiento y la prohibición extrema de casi todo (casi todos estos desmanes están registrados en las redes y en los informes de las más prestigiosas organizaciones de DDHH).

Como ejemplo de esta estrategia, producto de la histeria y el nerviosismo que sufren las estructuras de ocupación del Majzen, sacudidas por los bombardeos del Ejército de Liberación Saharaui; desde hace un año, Sultana y toda su familia sufren arresto domiciliario con vigilancia las 24 horas en su casa, con agresiones, allanamientos, violaciones sexuales y psicológicas diarias a todos los miembros de su familia y las personas que los visitan.

Hace aproximadamente 15 años, Sultana Jaya llegó a Barcelona con el globo de su ojo reventado por dos desalmados verdugos de la gendarmería marroquí, después de muchos meses de atenciones médicas y seguimiento, los médicos al final consiguieron ponerle una prótesis para sustituir el ojo que aquellos bárbaros y sanguinarios policías explotaron sin ningún tipo de consecuencia, como suele ser habitual en el reino de las injusticias y los abusos.

El pecado de Sultana fue participar en una manifestación universitaria pacífica que demandaba la aplicación de la legalidad internacional en el Sáhara Occidental, pero ni ella ni ninguno de sus compañeros se imaginaban que iban a aparecer un grupo de bestias salvajes vestidos de uniforme a agredirlos de forma gratuita.

Desde entonces, Sultana se ha dedicado a difundir la lucha de su pueblo y en especial las violaciones y atropellos sistemáticos e impunes que practican las fuerzas militares que ocupan más del 70% del territorio del Sáhara Occidental. Ha asistido a infinidad de foros internacionales donde ha dejado plasmado su testimonio de las graves extralimitaciones que sufre la población saharaui en las zonas ocupadas, lo que la ha llevado a sufrir en reiteradas ocasiones durante estos 15 años de activismo, infinidad de abusos y excesos por parte de las autoridades de ocupación.

Todas las semanas, al grupo de matones del Majzen que llevan un año apostados en la puerta de la casa de la familia Jaya, su desesperación y agitación les llevó a agredir a toda la familia, llevándose la peor parte Sultana, su hermana Luaara y su anciana madre. Si hace 15 años un golpe de porra le explotó el ojo, ahora son piedras, puñetazos, empujones y todo tipo de objetos que son utilizados para agredir a la familia Jaya. Las redes están atestadas de imágenes de estas agresiones y las marcas en los cuerpos de los integrantes de la familia Jaya son el mejor testigo. Su imagen, con el ojo sano hinchado y oculto entre hematomas, ha recorrido durante meses las redes, cosechando una enorme solidaridad entre los internautas e incluso de algunos medios de comunicación. Sin embargo, ningún tipo de denuncia ha impedido que los sádicos del Majzen sigan asediando a Sultana y a toda la población civil saharaui, y no pararán hasta dejarla ciega, como ya le han advertido en muchas ocasiones, lo que ha quedado patente en los videos grabados por ella misma en la puerta de su casa.

Es por ello que, tanto el Frente POLISARIO, como todas las asociaciones de defensa de los derechos humanos en el territorio, han lanzado durante el último año infinidad de SOS a una intervención urgente para parar el asedio y la intimidación que padece la población civil saharaui en las zonas ocupadas. El Sáhara Occidental, como territorio bajo supervisión internacional y con presencia de fuerzas internacionales, debe estar sujeto a la creación de una comisión internacional e independiente de esclarecimiento y denuncia de los abusos y de los crímenes de lesa humanidad que sufre la población civil por parte de las fuerzas de represión y ocupación marroquí. •

Sultana Haya desde las zonas ocupadas.