Editorial
Los enfrentamientos de la Guardia Nacional con quienes toman las casetas de cobro en carreteras es otro efecto de romantizar la delincuencia. Cuando se etiqueta al pobre como víctima y al pago como robo, es fácil argumentar que quienes toman el peaje de carretera para satisfacer sus carencias esenciales (derecho de necesidad) realizan un acto de justicia. Este mismo argumento se usó en secuestros durante años; al menos cuando se daba voz a los secuestradores. Hoy no ha disminuido el secuestro ni el robo de casetas, pero algunos periodistas piensan dos veces antes de publicar algo que lo enfrente con los delincuentes. Ser el país con más periodistas muertos sin culpables directos, es otro efecto de romantizar la delincuencia.
Editor Ricardo Guzmán Wolffer