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Dial-A Poem México, iniciativa que brinda poesía en lenguas indígenas del otro lado del auricular

El proyecto es una versión del que emprendió el artista y poeta John Giorno en 1968

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▲ Susi Bentzulul, poeta originaria de San Juan Chamula que participa en el proyecto.Foto tomada de Facebook
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de febrero de 2022, p. 6

Como si fuera una emergencia, en un tiempo ajeno a los mensajes de texto y las redes sociales, se puede marcar por teléfono al número 55- 9225-2673 y de inmediato oír de un poema en maya tsotsil, mixteco, mixe o español.

La iniciativa Dial-A Poem México comenzó ayer. La belleza y la armonía en la simplicidad de una voz al otro lado del auricular llegan desde la filosofía oriental hasta las lenguas mexicanas.

Mientras me como una chirimoya, veo por la ventana a unos gorriones desvalijar el trueno que asoma a mi escritorio, responde el poema de Fernando Fernández después del pitido. En lugar del clásico mexicano: ¡Bueno!

El proyecto que promueven en nuestro país la Fundación John Giorno y Casa Wabi convocó a 30 poetas para hacer resonar sus versos al otro lado del auricular. Es la primera vez que se hace en un idioma diferente al inglés.

En 1968, después de conversar con el poeta beat William Burroughs, el artista visual y poeta John Giorno (1936-2019) lanzó por primera vez el proyecto Dial-A Poem, en el que participaron Diane DiPrima, Allen Ginsberg y el activista y fundador de las Pantera Negras, Bobby Seale. Entonces, fue celebrado y censurado por igual debido a la selección de las lecturas realizada por poetas y activistas. Pero, al descolgar y hacer girar el disco del teléfono, también se podía escuchar una obra de John Cage.

En la Liga de Arquitectura de Nueva York, donde comenzó la iniciativa, se entendió al teléfono como medio de comunicación masiva. Este primer experimento recibió millones de oyentes. Giorno no se disculpó por el uso de contenido políticamente cargado y sexualmente obsceno, al utilizar su trabajo como plataforma para llamar la atención sobre su homosexualidad, la violencia policiaca en Estados Unidos y las desgarradoras estadísticas ligadas con la guerra en Vietnam, describe la fundación del artista, quien falleció el 12 de octubre de 2019.

También en 1968 se lanzó una compilación de Dial-A Poem que incluyó a Laurie Anderson, Charles Bukowski, David Byrne, Nick Cave, Gregory Corso, Patti Smith, Philip Glass, Frank Zappa o Sonic Youth, entre otros artistas.

Giorno se describió a sí mismo como un promiscuo de la compasión. Dedicado al estudio y práctica del budismo, desde los años 80 utilizó un departamento en la calle Bowery, en Nueva York, que perteneció a Mark Roth y luego a William Burroughs, como centro de enseñanza de esa forma de pensamiento oriental. Hoy es un espacio dedicado a la práctica del linaje Nyingma, una de las escuelas más antiguas del budismo tibetano. Giorno se retiró de las presentaciones públicas en 2017, y pasó los dos últimos años de su vida meditando, haciendo arte y escribiendo en la edición final de sus memorias: Great Demon Kings.

Autores diversos

Dial-A Poem se reprodujo en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago en 1969, en el Museo de Arte Moderno en Nueva York en 1970, se lanzaron grabaciones en elepé y cedé. Su persistencia se extendió una docena de veces en distintos museos, entre 1968 y 2017. En la presente edición en México también se difundirá poesía en inglés, en el número gratuito 55-9225-2840.

Para la versión mexicana se preparó un catálogo de escucha de tres textos en lenguas indígenas y 27 en español, de autores de diferentes generaciones, seleccionados por Claudia Quezada, coordinadora del Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes, y Alberto Ríos de la Rosa, curador del Fundación Casa Wabi. Elsa Cross, Ricardo Yáñez o Eduardo Vázquez Martín son algunos de los autores con más experiencia, mientras Ángela Vázquez González, nacida en 2000, es la más joven.

Un edificio en Puerto Escondido, en las costas oaxaqueñas, invita a la creación artística en una de las sedes de Casa Wabi, la otra se ubica en la Ciudad de México y la tercera en Tokio. Wabi Sabi, de origen japonés, propone encontrar la belleza y la armonía en la simplicidad, lo imperfecto y lo no convencional. Da nombre a la fundación sin fines de lucro, fundada por Bosco Sodi en 2014, con la misión del desarrollo social mediante el arte. Budismo, poesía, contracultura y diversas lenguas se encuentran en el aparato telefónico.