l número de casos estimados de covid-19 tuvo un incremento de 26 puntos porcentuales la semana pasada, pese a lo cual la ocupación de camas generales disminuyó un punto porcentual y la demanda de camas con ventilador mecánico se mantuvo sin cambio, de acuerdo con datos publicados ayer por la Secretaría de Salud (Ssa) federal.
La estabilidad en los requerimientos hospitalarios, pese al significativo aumento de los contagios (que el miércoles batió el récord de casos confirmados, con 60 mil 552) puede relacionarse, entre otros factores, con la alta tasa de vacunación prevalente en el país: el más reciente informe técnico diario de la Ssa indica que, hasta el viernes, 77 millones 58 mil personas habían recibido el esquema completo, mientras otros 6 millones 512 mil contaban con la primera dosis.
Los datos en este sentido son contundentes: tanto las autoridades sanitarias federales como las estatales reportan que ocho de cada 10 personas hospitalizadas a causa del coronavirus no están vacunadas. A escala internacional, desde finales de 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los no vacunados representan entre 80 y 90 por ciento de los enfermos con infecciones graves, hospitalizaciones y decesos. En España se ha encontrado que las cifras son incluso más dramáticas entre los grupos de mayor edad: mientras las personas no vacunadas de 30 a 59 años tienen cinco veces más posibilidades de fallecer que las que han recibido los biológicos, en el grupo de 60 a 79 años este riesgo es 35 veces superior.
No hay necesidad de insistir con las estadísticas para tener claro que los antígenos han marcado una diferencia sensible en el impacto del coronavirus sobre la salud de quienes adquieren la infección, así como sobre la infraestructura hospitalaria y –no menos importante– en la presión generada a profesionales de la salud, física y emocionalmente agotados tras casi dos años de emergencia sanitaria. Por establecer un término de comparación, en estas fechas del año pasado, cuando recién arrancaba la campaña de vacunación, había casi cuatro veces más fallecimientos por covid-19, pese a que se registraban menos contagios que ahora.
Es cierto que los biológicos de ninguna manera resultan infalibles ni contar con ellos exenta de cumplir con las medidas preventivas de todos conocidas, pero los hechos demuestran la importancia de acudir a vacunarse, tanto por el propio bienestar como por responsabilidad social. En este contexto, cabe esperar que la aplicación del refuerzo a personas de 40 a 49 años, que comienza mañana en la Ciudad de México, sea tan exitosa como las etapas previas de inmunización.