Luego de 30 años de trabajo en la Secretaría de Gobernación (Segob), Leticia Guzmán Palma, ex colaboradora de la subdirección de Servicios, denunció que fue despedida de manera injustificada y sin que se le haya pagado siquiera la segunda parte del aguinaldo ni el sueldo que le correspondía.

Señaló que, con engaños, Édgar Gutiérrez Cázares, director de Contratos y encargado del área jurídica de la Segob, la despidió el 14 de diciembre pasado. La citó a una supuesta junta de trabajo, pero en realidad le exigió firmar su renuncia por pérdida de confianza para permitirle cobrar su salario por lo menos hasta la primera quincena de enero.

Antes de las 3 de la tarde, cuando termina mi horario, me mandaron un correo para citarme a una junta en una sala del segundo piso del edificio L, de la sede de la Segob. “Pasé, cerraron la puerta y siendo la única persona en el lugar, Édgar me dijo: ‘El recurso ya está autorizado hasta la primera quincena de enero, pero si no firmas la renuncia, lo pueden detener’, y efectivamente me detuvieron mis pagos”.

A dos años de jubilarse, Guzmán Palma se negó a firmar la renuncia. Lo único que me dijeron, señala, fue la pérdida de confianza, pero no tengo ningún puesto que amerite ese supuesto. Tal argumento, subrayó, sólo es aplicable de mandos medios para arriba y yo soy personal operativo, de acuerdo con la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado.

La ex trabajadora de la subdirección de Servicios de la Segob cuenta que en los últimos cinco años, su labor consistía en recabar toda la información de las licitaciones, contrataciones de los procedimientos de la dependencia. Armo las carpetas y cuando termina el año, las bajo al archivo de trámite para su resguardo.

Ese día intentó dialogar con quien también es su jefe directo, Diego Chávez Rivera, director de adquisiciones, pero “me dijo que no podía hablar conmigo, que ‘la decisión estaba tomada’, y me presionó” para quitarle su credencial.

Los días posteriores a su despido, Guzmán Palma intentó reingresar a la Segob, pero le ha sido negado el acceso. También intentó acudir al área de recursos humanos de la dependencia para tramitar su baja laboral, pero también se lo impidieron.

Me dejaron en total indefensión porque, como se lo comenté a Édgar Gutiérrez, soy el único sustento de mi casa; quedé imposibilitada de pagar mi crédito Fovissste y un préstamo de nómina, además de perder el servicio médico del Issste, expresó.

Guzmán Palma también se acercó al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, donde el personal que la asesoró le dijo que en esta instancia “sólo tenían 40 por ciento de probabilidad de ganar la demanda laboral, pero como ‘usted es de confianza, pues no tiene derecho a nada; los servidores que son del servicio profesional de carrera son los únicos que tienen derecho a liquidación. Usted, francamente, no tiene derecho a nada”.