Melbourne. Novak Djokovic, número uno del tenis mundial, fue coloca-do en consecuencia como primer cabeza de serie del Abier-to de Australia, que comienza el 17 de enero, aunque su participación en el primer torneo de tenis grande del año sigue amenazada por su problema de visado ligados a la epidemia de covid-19, por no haber declarado que viajó a España al final de 2021.

El serbio entrenó ayer en Melbourne Park, en su segundo día de libertad y centrado en su defensa del título del Abierto australiano, a pesar de que aún podría ser deportado por no haberse vacunado e inconsistencias en su declaración migratoria.

Las autoridades investigan la posibilidad de que Djokovic, liberado el lunes tras ser retenido en Melbourne durante días después de que le cancelaron su visa, haya dado información engañosa a los funcionarios de migración del país para entrar y disputar el certamen.

El ministro de Migración, Alex Hawke, todavía está considerando si cancelar el visado de Djokovic, nueve veces campeón defen-sor del Grand Slam oceánico, a pesar de su victoria en los tribunales tras su apelación a la decisión de las autoridades, lo que le permitió dejar su hotel de cuarentena y reanudar sus entrenamientos.

Los medios locales señalaron que los funcionarios están preocupados por la afirmación del serbio en su formulario de inscripción de que no había viajado en los 14 días previos a su llegada a Australia el 6 de enero.

Las publicaciones en las redes sociales parecen dejar en claro que Djokovic asistió a actos en Belgrado y Marbella durante el periodo en cuestión. Según los informes, el jugador afirmó que la Federación de Tenis Australiana completó el formulario en su nombre.

En el cuadro femenil del Abierto, la australiana Ashleigh Barty, uno mundial, es la gran favorita de este primer Grand Slam, que sueña ganar en su tierra.