Lille. Enfrentamientos entre miembros de las fuerzas del orden y migrantes que intentaban llegar a Reino Unido estallaron ayer durante el desmantelamiento de un campamento en Calais, en el norte de Francia, causando al menos 18 heridos, 15 de ellos uniformados, informaron asociaciones civiles y la prefectura.

Policías y gendarmes se enfrentaron, en el contexto de una operación de evacuación, a un centenar de migrantes que dan muestras de una gran agresividad y se niegan a abandonar el campamento, afirmó la prefectura de Pas-de-Calais en un comunicado.

Las fuerzas del orden han sido blanco de numerosos ataques. Unos 15 policías han resultado heridos, asentó el reporte.

Un miembro de la red Human Rights Observers informó a la agencia de noticias Afp que al menos tres migrantes resultaron heridos y fueron trasladados al hospital.

Durante las expulsiones recurrentes, generalmente se permite a las personas salir con sus pertenencias, pero esta mañana las fuerzas del orden han ordenado a los agentes de limpieza que se apoderen de todo, relató.

Una pelea estalló entre los migrantes que lanzaban piedras, y los gendarmes que utilizaban gas lacrimógeno, indicó.

Testigos describieron lo ocurrido como una escena de guerra que se prolongó por una hora, durante la cual los agentes respondieron con balas de goma a los migrantes que se negaban a ser desalojados.

La prefectura de Pas-de-Calais condenó enérgicamente la violencia y brindó todo su apoyo a los policías y gendarmes heridos. Además, ha especificado que el centenar de migrantes, que se habrían negado a abandonar el campo cuando ha comenzado el operativo de evacuación, ha mostrado mucha agresividad.

Estas operaciones tienen como objetivo acabar con las ocupaciones ilegales en Calais, evitar la reconstitución de un gran campamento insalubre y sacar a los migrantes de las redes mafiosas de contrabandistas, agregó la prefectura.

Cientos de migrantes siguen presentes en el litoral del norte de Francia, entre ellos muchas familias, con la esperanza de cruzar a a Inglaterra.

Las llegadas masivas de migrantes también han dañado las relaciones Inglaterra-Francia, ya que el gobierno británico critica a París por no evitar las salidas desde su suelo, pese a los fondos que hay para dicho objetivo.