Jueves 9 de diciembre de 2021, p. 34
Morelia, Mich., Este año se ha dejado de sembrar jitomate, maíz, arroz, caña de azúcar y, principalmente, limón, en alrededor de mil 200 hectáreas de municipios como Aguililla, Buenavista y Tepalcatepec, o no se ha podido cosechar la producción por amenazas del crimen organizado, aseguró el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural estatal, Cuauhtémoc Ramírez Romero.
En entrevista, el funcionario recordó que en Aguililla se cultivaban 500 hectáreas de jitomate, y durante 2021 sólo se plantaron 70 porque delincuentes organizados bloquearon en reiteradas ocasiones la única vía pavimentada que comunica los municipios mencionados con Apatzingán, lo que ha impedido sacar los productos, y los campesinos optaron por abandonar esas tierras.
Añadió que en Tepalcatepec fueron sembradas unas 700 hectáreas de arroz, caña, limón y maíz, pero no fue posible cosechar por la presencia de grupos armados, lo que causó pérdidas por casi 243 millones de pesos.
Según Ramírez Romero, los daños han sido menores en Buenavista y Apatzingán; sin embargo, el problema continúa en las huertas de limón, donde la recolección está programada para enero y febrero entrantes.
El titular de Agricultura y Desarrollo Rural dijo que continúan las dificultades para trasladarse de Aguililla a Apatzingán y en algunos horarios ni siquiera se puede circular. Hay zonas donde el crimen organizado no entra, pero hay otras donde lo hace de manera intermitente y la gente no tiene confianza para trabajar
, comentó. Agregó que en la región de la Tierra Caliente hay 20 mil hectáreas de huertas de limón que producen cerca de 259 mil toneladas al año.
Bandas imponen precios
Hipólito Mora Chávez, ex líder de autodefensas y cultivador de limón en Buenavista, expuso que el crimen organizado extorsiona a hortelanos y empresarios, pero los más afectados son los empacadores de limón, ya que no solo pagan cuotas, sino que se les imponen precios y fechas de operación
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Manifestó que por eso pobladores de Buenavista y otros municipios dejan sus casas y tierras; trabajan para el crimen organizado
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