Miércoles 8 de diciembre de 2021, p. 5
El escritor César Gándara obtuvo el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo 2021 con su relato La promesa
, que aborda la explotación de dos migrantes capturados para trabajar en minas ilegales de coltan, usado en equipos digitales. El galardón le será entregado el 7 de enero.
El narrador explica en entrevista que en su texto “se cruzan los grupos de poder político con el narco y el tráfico de personas. Esta es una historia de reflexión y de denuncia, pero va mucho más allá del crimen organizado: es un sistema económico. Vivimos en un capitalismo salvaje donde todas las cosas tienen un precio.
Un tema que va reapareciendo en los textos que yo hago porque mientras no cambie el sistema económico y no podamos imaginar una nueva manera de organizarnos como sociedad, continuarán estos problemas de tráfico humano, depredación de la ecología y de los recursos del planeta y del narcotráfico.
Gándara (Guaymas, 1971) destaca que en su narración cuenta “una historia terrible, pero desde el punto de vista humano y positivo, busqué que tuvieran mucha dignidad el personaje principal, Moncho, también su padre. En ese no poder hacer casi nada porque la vida te pone en situaciones tan fuertes y tan terribles, pero que no se pierda la dignidad nunca.
Se dice muy honrado por recibir ese reconocimiento: es un doble gusto, por el premio y su trayectoria, y por el nombre que lleva, de una narradora a quien admiro y respeto muchísimo
.
El jurado, compuesto por Beatriz Espejo, Carlos Martín Briceño y Pablo Cicero Alonzo adjudicó el galardón por su correcto uso del lenguaje y la tensión sostenida que se mantiene desde el inicio en una historia que narra de manera magistral la pesadilla recurrente de tantos migrantes que terminan esclavizados en su camino al sueño americano. La promesa de un padre de una vida mejor para el hijo es llevada al extremo, en un escenario donde la única bondad florece en el sacrificio
.
El escritor menciona que en su cuento hay un impulso mayor. Es un instinto de sobrevivencia, pero también hay una promesa, un querer estar bien y demostrar a su padre que no importa donde estés, vas a salir adelante. Los dos personajes no se quedan como víctimas, sino que dentro de situaciones terribles conservan la dignidad
.
Refiere que se planteó narrar desde el punto de vista de un niño. Lo que lo hace terrible es que hay cosas que ni siquiera se describen pero un lector adulto sí las puede intuir, los peligros que el infante ni siquiera conoce.
Siempre me ha interesado la condición humana. Antes quería inventar muchas cosas, ahora me interesa más descubrir. El pro-ceso de escritura sí me ha cambiado, porque es abrir una mina y ver ahora qué va a salir. Mis planteamientos ya no son de anécdota, sino de acompañar a los personajes, pues de repente hay cosas que no esperabas y se te van apareciendo.