Nosotros no roqueamos el ande, andinizamos el rock: Uchpa
Domingo 28 de noviembre de 2021, p. 9
Fusionar expresividad y frescura del ancestral quechua, idioma de los incas, con las fuertes y distorsionadas sonoridades del hard rock y las melancólicas armonías del blues, añadiendo el dulce canto del arpa peruana, el violín, la quena y la zampoña, parece algo imposible cuyo resultado sólo podría ser un ruidoso Frankenstein sin pies ni cabeza, sin embargo, esta amalgama de sonidos es posible gracia a la magia de los peruanos Uchpa.
Uchpa, cenizas en quechua, es una banda de hard rock-blues con 25 años de trayectoria, que fusiona los sonidos de la cultura peruana de una forma magistral con los frenéticos y electrizados del rock y sus derivados, agrupación que nace gracias a la creatividad e inspiración del vocalista Fredy Ortiz, policía retirado, que libró la guerra contra el terrorismo de Sendero Luminoso, en los años ochenta del siglo pasado. De sus vivencias en esa época surge la banda, cuya música, su magia, sigue curando sus heridas.
Este combo andino integrado por Fredy Ortiz en la voz, Marcos Maizel como guitarra líder, Christian Gamboa en el waqrapuku (cuerno), acompañados de Qechele, danzante de tijeras (danza tradicional de Perú), desplegarán su poderoso y energético show el 2 de diciembre, a las 21 horas, en el Foro FIL de la 35 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que en esta ocasión está dedicada a Perú, como país invitado.
Danzaq Uchpa. Hard rock blues fusión andina, es el espectáculo donde desplegarán la música que ha cautivado a propios y extraños. Al respecto, Marcos Maizel, en entrevista con La Jornada, relató que Freddy, que es quechua hablante, vacilaba
(se divertía) con sus tíos cantando, les gustaba el rock y el blues, pero no sabían inglés, por lo que en lugar de cantarlo en ese idioma lo hacían en quecha, dándose cuenta que sonaba bien, por lo que crean proyecto con el que grabaron sus primeras piezas acústicas en el casete Wayrapin qaparichkan (Gritando en el viento, 1991), que tuvieron muy buena recepción.
Más tarde, se hace una grabación eléctrica: Qawka kawsay (Viviendo en paz), con una banda formada de músicos de Ayacucho (Fredy es de Andahuaylas), que también tuvo una buena acogida, llegando a tocar en un prestigiado bar de Lima. Posteriormente, con la entrada de Maizel, graban de manera más profesional.
“Es ahí donde la chuntamos (acertamos) entre mi guitarrista y la voz de Fredy, que es la esencia, por lo que en el año 2000 grabamos el disco Qukman muskiy (Respiro diferente), con temas como Corazón contento y Chachaschay, álbum que se escuchó en todo Perú y el extranjero, abriéndonos las puertas en el mundo”, destacó.
Quien ingresó a la banda como guitarrista y que actualmente se desempeña como compositor, director musical, entre otros roles, destacó que el secreto de Uchpa al fusionar músicas tan dispares, en apariencia, con un gran resultado, es que la forma de pronunciar el quechua, que tiene palabras cortas, encaja bien bacán (muy bien) con el rock o el blues, como si fueran en inglés, sin que suena a arroz con mango
(a un revoltijo).
Nos dimos cuenta que hacer una canción de rock en quechua es mucho más agradable y sonoro que hacerlo en castellano. La distorsión y los efectos en mi guitarra no le quitan la esencia de nuestra música, que es el blues con tintes de hard rock y su fusión con el huayno (danza precolombina quechua-aymara) y con la danza de tijeras (baile ritual chanka, que data del siglo XV, que en 2010 fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco)
, indicó.
Con tres discos grabados: Qukman muskiy (Respiro diferente, 2000); En concierto en la noche de Barranco, 2003 y Concierto, 2005, Uchpa ya tiene listo su cuarto álbum, cuyo adelanto podrá conocerse en el Foro FIL, que al igual que en los demás álbumes, a los clásicos sonidos metálicos fusionados con ritmos andinos como los jarawis, huaynos, huaylias y pumpines, se incorporan instrumentos tradicionales de la música andina como la quena y la zampoña.
Veinticinco años de carrera no han sido fáciles, les ha costado trabajo llegar a donde están, pues cuando iniciaban, la gente tradicionalista, a la que no le interesa lo nuevo, sobre todo en lo relacionado con las manifestaciones culturales ancestrales, pensaron que se burlaban y aprovechaban de sus tradiciones; pero los años les han dado la razón, ahora, gracias Uchpa, más gente sabe qué es el quechua, una danza de tijeras, los huaynos.
No es que la gente se vuelva más roquera, no, el efecto es que se sienten más peruanos, orgullosos de sus raíces, ya que, en mi país, el quechua es relegado en muchas partes y a otros les da vergüenza hablarlo. Perú es una nación compleja, multicultural y plurilingüe, que es muy difícil unirlo y sólo se logra gracias al futbol, pero culturalmente nos falta mucho, por lo que nuestra música logra unirlos y hace que saquen pecho (presume su origen), es algo que va más allá del dinero
, destacó.
La banda, además de cantar sus rolas en quechua, ha recuperado temas populares que ni siquiera tenían registro oficial, como la chacra huaynos (canciones campesinas) Corazón contento y Chachaschay, aunado a la puesta en escena que despliega en sus shows, donde se destila energía y fuerza, gracias a la música y al personaje que el vocalista ha creado, portando un gorro de danzante de tijeras, un pantalón rasgado a lo rockero y una falda tradicional de los campesinos, llena de colores.
Nosotros no roqueamos el ande, andinizamos el rock
, explicó Maizel, quien aseguró que, para llegar a esta idea, tuvieron que pasar por muchas situaciones, pues, como es sabido, en muchos países latinoamericanos, la industria de la música ve a las raíces y tradiciones ancestrales como algo exótico, que busca explotarlas para su beneficio, por lo que la música de Uchpa reivindica no solamente la cultura indígena de Perú, sino todas las del continente.