El país es distinto al de 2006, “pero hay toda una generación de jóvenes que en esa época eran niños y de ahí la importancia de que conozcan el documental Fraude: México 2006”, afirmó el cineasta Luis Mandoki.

Entrevistado antes de exhibirse la cinta la noche de ayer a un costado del Palacio de Bellas Artes y frente al monumento de Beethoven, el director respondió a los opositores que acusan que su difusión es propaganda política: “No debemos tener miedo de que se exhiba todo tipo de trabajos y para eso también existe la democracia, para que haya controversia.

Para mí no es propaganda política, es simplemente cultura, es exhibir un documental que ha tenido mucho impacto, mucha relevancia, que fue muy popular, me parece muy bien que se vuelva a exhibir.

Como parte del programa Cine en tu Ciudad, ante unas 300 personas de todas las edades advirtió que a pesar de los resultados de las elecciones de 2018 la democracia no es una lucha que ya se acabó, no es un triunfo que ya acabó, se tiene que seguir luchando y trabajando.

Mandoki insistió en que siempre van a existir diferentes posturas, pero lo importante es la conciencia, al agregar que parte de la democracia es que la voluntad popular no sea avasallada por otros poderes, como el económico”.

Recordó que el documental se armó en etapas; inició a las 8 de la noche de aquel 2 de julio, día de la elección de 2006, cuando las autoridades dijeron que no se podía declarar ganador como presidente de México porque la elección estaba muy cerrada y que iba a haber un conteo en los 130 distritos de toda la República.

Mandoki se retiró hasta que concluyó la exhibición de la cinta, al igual que la secretaria de Cultura local, Vannesa Bohórquez, quien mencionó que la proyección de trabajos independientes en plazas públicas tiene la finalidad de llegar a toda la población.

Una joven felicitó al director, mientras Esteban, residente de Coyoacán, expresó que sí sirve llevar a las plazas públicas la magia del cine sin filias ni fobias para tener acceso de producciones en espacios que son de todos.