El Proyecto Integral Morelos (PIM) cuenta con al menos 7 características indeseables como la mayoría de los megaproyectos en el mundo entero:
1. Son altamente perjudiciales, destructivos y representan un gran riesgo. 2. Son extractivos de bienes naturales en grave crisis. 3. No son necesarios. 4. Están llenos de corrupción, mentira y despojo: una afectación es el agravio, las experiencias de violencia psicológica que han vivido las personas que habitan en el territorio intervenido por el PIM. Las consecuencias en la salud, debido a la constante confrontación con servidores públicos y empresarios, hoy producen enfermedades degenerativas como diabetes, hipertensión, insuficiencia renal entre otras. La presencia policiaca, encarcelamientos y agresiones físicas directas, amenazas, generan un impacto psicoemocional profundo, desgaste físico, y económico. La “ingeniería de conflicto” ha provocado la división del pueblo, las autoridades que son corrompidas, los interesados en el proyecto generan grupos de choque, rompen el tejido comunitario, intimidan y difaman para desarticular a la comunidad. 5. Son implementados sin consultar, ni informar a la población. 6. Benefician solo a un pequeño grupo de empresarios y políticos. 7. Son implementados sistemáticamente por la fuerza bruta y salvaje, cuando la gente defiende sus derechos.
En septiembre del 2013 en Morelos fue detenido y torturado Jaime Domínguez. En abril del 2014 en Puebla fueron detenid@s Enedina Rosas Velez y Juan Carlos Flores Solís y emitieron 10 órdenes de aprehensión por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En abril de 2014 en Morelos detuvieron y encarcelaron a compañer@s de Amilcingo, 50 patrullas de granaderos del mando único y federales intentaron penetrar dicha comunidad, dejaron a un compañero con herida de bala . En agosto del 2014 en Puebla fueron incautadas las radios comunitarias de Tlaxcalancingo y Zacatepec por la policía estatal, federal y autoridades judiciales. El 20 febrero de 2019 en Morelos asesinaron a nuestro hermano Samir Flores Soberanes afuera de su casa. En enero de 2020 en Puebla Miguel López Vega fue encarcelado. La violencia se agudiza con las detenciones arbitrarias, desplazamientos forzados, e incluso el asesinato de nuestro hermano Samir.
Sobre la inutilidad del PIM solo podemos decir que se trata de quemar gas, evaporar agua y desechar de vapores y agua contaminantes, para generar de vez en cuando luz que no necesitamos. Pero quien sí quiere la termoeléctrica es la industria, porque eso implicaría incrementar la potencia de la red en beneficio de fábricas automotrices y minería a cielo abierto. Como el caso Saint Gobain, empresa francesa acaparadora del mayor mercado de parabrisas automotrices en México. Una de las empresas detrás del PIM, a lado de Enagas y Elecnor.
Tomando como antecedente que el PIM comenzó en planes gubernamentales desde 1998 porque Saint Gobain solicitaba la llegada de gas natural a Morelos. En 2003-2005 la empresa Transportadora de Gas Zapata intentó instalar el gasoducto en Tlaxcala, Puebla y Morelos para llevar el gas a Saint Gobain y otras empresas. Pero al ser frenado por la organización de los pueblos, la CFE asumió el proyecto y puso una termoeléctrica, bueno, dos termoeléctricas al final del gasoducto, como las principales consumidoras del gas natural, pero resulta que esas termoeléctricas necesitan además agua para poder funcionar y consumir el gas.
O sea que el proyecto de la termoeléctrica que en el discurso el Presidente de la República dice “que es de los mexicanos”, es realmente un proyecto que el Estado pone a las empresas para disminuir sus costos de producción y expandir su instalación en Morelos, Puebla, Tlaxcala, sin importar los riesgos que implica y las pérdidas humanas y ambientales, energía para la industria, muerte para las comunidades. Todo a costa del dinero.
Y entre todo este alboroto, hay que detenernos a pensar y revisar ¿la energía para quié n es?: si la termo en Huexca es necesaria y todos los proyectos energéticos en el país, si son un mal necesario o son, necesariamente un mal.
Según el Programa de Ampliación y Modernización de la Red Nacional de Transmisión y Redes Generales de Distribución del Mercado Eléctrico Mayorista-PAMRNT 2020-2034 elaborado por el Centro Nacional de Energía (CENACE), existe una capacidad instalada de 81,121 MW.
Pero la demanda máxima de consumo más reciente de este estudio, con fecha del 20 de junio de 2019, fue de 45,946 MWh/h. Es decir, el día que más se consumió electricidad en el país, solo ocupó el 56% de su capacidad energética.
“Curiosamente” cuando más consumo de luz existe, es por los altos calores en el norte de México, es decir, es por el calentamiento global, el cual se incrementa si se produce más energía eléctrica. En promedio México consume alrededor de 35,000 MWh/h, la mitad de la energía que el país tiene capacidad de generar, es decir, contamos con el doble de infraestructura de la energía que necesitamos. Energía que acaba con los hidrocarburos, el agua y el aire limpio.
¿Para eso es necesario matar a Samir y a decenas de personas guardianas del territorio y defensor@s de derechos humanos? ¿Para eso es necesario pasar por encima de los pueblos, ocupar al ejército y el discurso de desprestigio del presidente hacia defensor@s de la vida? ¿Para eso es necesario despojar el agua a los pueblos de Ayala y del volcán, de su seguridad, de su tierra? ¿Para eso acaban con los ecosistemas?
Las y los guardianes del territorio custodiamos los pulmones del mundo entero, es urgente detener el desarrollo industrial, capitalista, depredador y respetar estos centros de vida que aún existen, generar proyectos de soberanía energética desde y para las comunidades.
Los megaproyectos no son necesarios, la vida si. •