Nueva York., El canciller francés, Jean-Yves Le Drian, advirtió ayer ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que la paz está en peligro cuando se intensifican los juegos de poder, reaparecen las mentalidades de bloque y aumentan los intentos de políticas de hechos consumados.

Nuestra responsabilidad compartida es mantener la paz y la seguridad, declaró el jefe de la diplomacia francesa, después de la crisis diplomática desatada con Estados Unidos, Reino Unido y Australia tras la firma de la alianza Aukus en la zona Indo-Pacífico, para precisar que Francia tiene grandes intereses en la región, al igual que Europa, que acaba de establecer una estrategia en la zona.

En el último día de sesiones de la Asamblea General, Le Drian aseveró que la paz y la seguridad internacionales están en peligro cada vez que estalla una crisis, como en Afganistán, donde nuestro deber es proporcionar ayuda a la población y es de interés común tener claros los requisitos políticos y de seguridad respecto del régimen.

El canciller de Francia abogó por el multilateralismo como único camino para enfrentar los desafíos comunes de la humanidad.

En el caso de la crisis sanitaria causada por el Covid-19, Le Drian convocó, por videoconferencia, a apoyar a los países pobres, en aras de evitar una mayor distancia entre el norte y el sur.

Le Drian aprovechó para referirse al acuerdo nuclear y las conversaciones con Irán, país al que no se le puede permitir pensar que el tiempo está de su lado, porque cuanto más peligroso sea su programa atómico, mayor será el riesgo de una crisis.

El nuevo premier de Israel, Neftali Bennett, hizo un llamado a la comunidad internacional para que se una contra Irán, nación a la que acusó, sin aportar pruebas, de buscar el desarrollo de un arma nuclear, y amenazó con actuar en solitario si el mundo no toma medidas.

Bennett no mencionó el conflicto de décadas con los palestinos y, en cambio, buscó retratar a Irán como una amenaza para la seguridad global.

En esta última sesión de la Asamblea General, los cancilleres de Bielorrusia, Vladimir Makey, y de Siria, Faisal Mekdad, condenaron el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba hace casi seis décadas.

Mientras, los jefes de la diplomacia de Argelia, Ramtane Lamamra, y de Marruecos, Nasser Bourita, intercambiaron ácidas críticas por el diferendo que mantienen sobre el Sahara Occidental, tras el rompimiento de relaciones diplomáticas.

Lamamra, cuyo país reconnoce a la República Árabe del Saharaui, defendió el derecho a la autodeterminación de esa región invadida por Rabat, mientras Bourita atribuyó a Argelia la creación y la continuación de este conflicto, y exigió, en alusión a los independentistas del Frente Polisario establecidos en territorio argelino, que Argel deje de proteger a un grupo armado separatista en violación flagrante del derecho internacional.