El SARS-CoV-2 puede afectar el sistema nervioso, provocando inflamación, relacionada con la neurodegeneración, señala experta de la UNAM // Hoy es el día mundial de la enfermedad
Martes 21 de septiembre de 2021, p. 2
El Alzheimer se considera la nueva epidemia del siglo XXI. Demencia de mayor prevalencia a escala global, afecta más a la población femenina que a la masculina. De cada 100 pacientes, 60 son mujeres.
Una de las hipótesis, es la referente a la longevidad y su relación con los estrógenos, afirmó María del Carmen Cárdenas Aguayo, titular del Laboratorio de Reprogramación Celular y Enfermedades Crónico-Degenerativas del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por otro lado, destacó que el número de casos podría ser mayor en el futuro cercano debido a la pandemia de Covid-19, toda vez que los mayores de 65 años que padecieron formas graves, tienen mayor probabilidad de desarrollar una demencia tipo Alzheimer, porque el virus SARS-CoV-2 puede afectar el sistema nervioso provocando inflamación, relacionada con la neurodegeneración, alerta la científica con motivo de la celebración este martes del Día Mundial del Alzheimer.
Explicó que 70 por ciento de las demencias son del tipo Alzheimer, y que más de 99 por ciento de los casos son del esporádico, no tiene componente genético y suele aparecer a partir de los 65 años. Sólo uno por ciento es considerado familiar o genético, se presenta de los 35 a 40 años y por lo regular es más agresivo.
Indicadores de los síntomas
Entre los indicadores de los síntomas están alteraciones en la memoria y en el lenguaje. Los primeros se caracterizan por olvidos frecuentes, pérdida de objetos o su colocación en lugares inadecuados, repetición de preguntas e historias. Esto se debe a que la región cerebral afectada es el hipocampo, relacionada con el aprendizaje y la memoria a corto plazo, encargada de elaborar y almacenar nueva información.
Respecto de la escolaridad como factor de desarrollo de la enfermedad, Cárdenas Aguayo sostuvo que en México hay un número importante de personas con bajos niveles de estudios, lo que genera menor reserva cognitiva, término que se refiere a la acumulación de la experiencia y la estimulación de las capacidades mentales a lo largo de la vida. Si se presenta esta enfermedad las conexiones sinápticas son destruidas, y si son pocas con mayor rapidez se manifestará esta demencia.
En cambio, precisó, si existe una reserva cognitiva puede retrasarse un poco el inicio. Lo que se sabe por los estudios que se han realizado es que si se tiene una escolaridad alta y una susceptibilidad a esa enfermedad, por lo menos sus síntomas no se van a manifestar a una edad relativamente temprana, sino por arriba de los 80 años
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A pesar de que el mal fue descrito hace 115 años no existe –hasta el momento– cura ni tratamientos específicos, el único diagnóstico certero es post mortem, al detectar los dos tipos de lesiones histopatológicas en el cerebro: acumulación de placas neuríticas del péptido beta-amiloide y de marañas neurofibrilares de proteína tau, y haciendo su correlación con los datos clínicos de los pacientes, como son las pruebas cognitivas.
Por ello, abunda, se requiere más investigación para desarrollar nuevos métodos diagnósticos, sobre todo tempranos que mejoren la calidad de vida y retrasen el progreso de la pérdida neuronal.