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La pandemia reveló los problemas del neoliberalismo para cuidar a los ciudadanos, asegura Diamela Eltit

El desastre económico empujó a los más frágiles a las mayores penurias, dijo la autora chilena al recibir el premio Carlos Fuentes

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▲ En la ceremonia en el Palacio de Bellas Artes, Silvia Lemus, viuda del autor de Aura; Enrique Graue, rector de la UNAM; Diamela Eltit, y Alejandra Frausto, titular de la Secretaría de Cultura federal.Foto cortesía de la Secretaría de Cultura
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▲ L a escritora chilena Diamela Eltit.Foto cortesía de la Secretaría de Cultura
 
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de septiembre de 2021, p. 4

Al recibir el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Idioma Español 2020, la escritora chilena Diamela Eltit aseguró que la hecatombe de la pandemia de Covid-19 manifiesta el masivo desastre económico que ha empujado a la ciudadanía más frágil a una suma mayor de penurias inmerecidas.

En la ceremonia del Palacio de Bellas Artes, transmitida por Internet, la narradora lamentó que en América Latina, en su amplio margen de trabajo informal realizado en el día a día, estos sectores experimentaron los costos extremos de la labor sin derechos, sin reconocimiento, carente de asistencia social. Fue trágico. Todavía es demasiado trágico.

Para Eltit (Santiago, 1949), así se evidenció una forma de biopolítica. Se extendió una política de la enfermedad y la enfermedad como política, la vida como política orgánica y el cuerpo como mero recurso biológico. Los estados controlados en diversas intensidades por el neoliberalismo mostraron sus límites y evidenciaron sus limitaciones para asistir a sus ciudadanos.

Ante el presídium formado por la periodista y viuda de este último, Silvia Lemus; Alejandra Frausto, titular de la Secretaría de Cultura federal; Enrique Graue, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Mario Bellatín, en representación del jurado, Eltit mencionó que el premio nombrado en honor del escritor Carlos Fuentes ha sido inesperado e impresionante.

Lemus destacó que la originalidad y la temática femenina de Diamela Eltit le han otorgado un lugar preponderante en la literatura latinomericana. Entre la penumbra y la memoria de la región se unen las letras de Diamela Eltit y Carlos Fuentes. Agregó que Aura, de Fuentes, es una novela de la penumbra, del doblaje, del deseo, de la vejez y de la esterilidad; es la novela de la esterilidad que promueve el deseo y la penumbra como armas poderosas e inalienables del exceso en el que destella el sujeto femenino.

Eltit también recordó su llegada a México en los años 90, después de 17 años de dictadura en su país. Nunca he olvidado el sufrimiento ocasionado por (Augusto) Pinochet y sus aliados. Mantengo un duelo permanente por los detenidos y desaparecidos, los asesinados, la tortura, la prisión política, la vigilancia, la delación, la pobreza.

Se refirió al descubrimiento de un ambiente fascinante en referentes culturales, paisajes sociales, el despliegue de lenguas originarias, la extraordinaria creatividad artesanal, la centralidad alimenticia del maíz, la música en este país.

Conoció en México a los hijos del exilio chileno, a Galo Gómez, periodista cultural de este diario; Sonia Daza, directora de la Casa de Chile en México, y a la escritora Margo Glantz, así como las conversaciones extraordinariamente cultas y desafiantes entre Carlos Monsiváis y José Emilio Pacheco, la indiscutible Elena Poniatowska y tantas personas generosas, creativas.

Describió a Fuentes como un patrimonio americano, que excede a México y a su vez lo encarna. Consiguió elaborar una producción literaria extensa, elocuente, dotada de indudable densidad narrativa, junto a la producción de ensayos literarios que permitieron analizar el horizonte analítico del continente.

La galardonada destacó la desigualdad provocada por el binarismo hombre-mujer, masculino-femenino. Se trata de una de las inequidades más impactantes, importantes y dramáticas de la historia, porque ha atravesado los siglos.

Añadió que en el mundo del libro persiste el binarismo, la vocación clasificatoria, que abre un surco en el interior de la producción literaria y ahí en esa fórmula se establece una biologización de la letra o el cuerpo autoral genitaliza la letra como margen deleble. Esta forma opera como generador de desigualdad.

Concluyó: “En estos años me ha movilizado el deseo por la equidad literaria, la desbiologización de la letra. Siempre he pensado que una escritora no es una garantía de excelencia, pero un escritor tampoco. Lo importante es la escritura, la estética, el deseo que recorre el texto, su audacia, su ritmo, la pausa, el ímpetu”.

Diamela Eltit, la segunda mujer ganadora del premio Carlos Fuentes, participará en un conversatorio virtual hoy a las 17 horas, que se transmitirá desde el complejo cultural Los Pinos en la plataforma contigoenladistancia.cultura.gob.mx y en las páginas de Facebook del recinto y de la Coordinación Nacional de Literatura.