En los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, México tiene la meta de alcanzar las 300 medallas históricas y las 100 de oro desde que empezó su participación en Heidelberg 1972. Hasta ahora, los tricolores suman 290 preseas, 97 doradas, 90 de plata y 103 de bronce.

La delegación está compuesta por 60 paratletas, 29 mujeres y 31 hombres que buscarán cumplir la cifra histórica. Aunque el camino a Tokio fue muy complicado por la inactividad que provocó la pandemia, las expectativas de algunos competidores siguen firmes.

Una de las apuestas más sólidas es la de Amalia Pérez en halterofilia, cuya participación será la número seis en Paralímpicos. Desde Sidney 2000 no baja del podio y es tricampeona con las medallas de oro que conquistó en Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016. Amalia nació con artrogriposis, lo que afectó la fuerza muscular de sus piernas. Aunque la pandemia impidió hacer campamentos y competencias internacionales, la pesista contó previamente a La Jornada que sus posibilidades de entrar al podio seguían firmes. Aún estoy entre las mejores, dijo en esa ocasión.

Otra esperanza con amplias posibilidades, es Eduardo Ávila, Judoman, quien posee dos medallas de oro que ganó en Pekín 2008 y Río 2016, además de un bronce en Londres 2012.

En judo, la tapatía Lenia Ruvalcaba también es otra seria aspirante al podio, pues será campeona defensora en su categoría tras el oro que conquistó en Río 2016 y la plata de Pekín 2008.

Naomi Somellera, en natación, y Édgar Barajas, en lanzamiento de jabalina, son otras grandes posibilidades para México.