Acompañamiento Técnico, pilar para la transición agroecológica
El Programa Producción para el Bienestar (PpB) implementa dos estrategias focalizadas de inducción a la productividad: capacitación y/o acompañamiento técnico-organizativo, y fomento al acceso al financiamiento formal, las cuales son complementarias a los apoyos directos del Programa, con la finalidad de incrementar la productividad en maíz, frijol, arroz, trigo, milpa, amaranto, chía, cacao, miel y leche.
La Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) implementa una metodología que permite fortalecer y ampliar las capacidades y habilidades de los productores de pequeña y mediana escala, en torno a procesos organizativos, prácticas agroecológicas, articulación de políticas públicas, biodiversidad y formación y capacitación, a fin de que transiten a un sistema de producción sustentable de alimentos.
Los enfoques que guían la EAT son: i) el enfoque territorial con lo que se procura identificar los principales rasgos sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales en los que se desenvuelve y relaciona la población; ii) el enfoque que reconoce al productor/campesino como sujeto productivo, con derechos y portador de saberes pertinentes; iii) el enfoque que reconoce y fomenta la organización económica local; iv) el enfoque de sistemas complejos e interrelacionados donde el suelo es un ecosistema vivo en el cual se desarrollan interacciones y procesos dinámicos y permanentes entre materia orgánica, microorganismos y minerales, los cuales se ven afectados por el ambiente y el manejo que el productor realiza. También se requiere conocer, entender y favorecer los procesos bioquímicos, fisiológicos y fenológicos que se generan en la planta y que limitan la productividad y rentabilidad esperadas y el ambiente cambiante, dinámico y cada vez más incierto en que se desarrollan los cultivos, lo que hace necesario medir, registrar, procesar y correlacionar las variables meteorológicas con los factores bióticos y abióticos que afectan el desarrollo de los cultivos agrícolas; v) el enfoque que incorpora la biodiversidad como un elemento nodal de la intervención; vi) el enfoque de cadenas de valor y mercados cortos; vii) el enfoque de equidad e inclusión social ampliada con la cual se procura cerrar las brechas entre hombres y mujeres, entre jóvenes y adultos, así como aquellas que aquejan a los pueblos indígenas; y viii) el enfoque que considera la articulación con distintos actores e instituciones como una tarea indispensable en el territorio.
Bajo esta lógica se trabaja en 34 regiones de 27 estados, en 500 municipios del país. En estos territorios se constituyeron 1,424 escuelas de campo donde participan 34,727 productores (Figura 1).
En estas escuelas de campo se desarrolla un plan de transición agroecológica integral a partir del desarrollo fenológico de los cultivos, donde se trabaja con productores y Jóvenes Construyendo el Futuro que deciden transitar a la agroecología.
El equipo en campo cuenta con equipamiento para desarrollar su trabajo, como instrumentos de medición que les permite hacer una interpretación correcta de las condiciones físico químicas del suelo para poder tomar decisiones en función de las necesidades del productor en sus parcelas.
Como resultado de la estrategia se creó una plataforma de capacitación para Jóvenes Construyendo Futuro y para técnicos donde pueden consultar audovisuales y manuales sobre mejoramiento participativo de semillas nativas, manejo de suelo, cadenas de valor, la milpa, salud, biodiversidad, 16 manuales con sus videos para elaborar distintos bioinsumos, economía social; entre otros.
Otro resultado que se registra es la realización de 84 intercambios, donde han participado 1,552 productores, con el objetivo de planear y evaluar el proceso del plan integral de transición agroecológica, intercambiar material vegetativo, compartir experiencias sobre agroecología y donde se hizo un registro del conocimiento por los productores sobre el decreto del glifosato y se difundió el mismo.
El primer objetivo que se plantea el programa es la autosuficiencia alimentaria y para alcanzarlo se vincula y hace sinergia con otros programas y dependencias a través de la estrategia de acompañamiento técnico como: la Secretaría de Bienestar y su programa Sembrando Vida para capacitación, intercambios y compartir materiales; el Instituto Nacional de la Economía Social, que desarrolló 8 videos de economía social y solidaria; la Secretaría del Trabajo y su Programa Jóvenes Construyendo el Futuro; la Comisión Nacional para la Biodiversidad (CONABIO), para incorporar el tema de biodiversidad en las orientaciones de los equipos técnicos; la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), para avanzar en una estrategia conjunta sobre agroecología; con la Subsecretaría de Educación Superior, en procesos de formación a equipos técnicos, y con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), quien apuntala los trabajos técnicos de la EAT.
Otra de las actividades que lleva a cabo es el desarrollo de un proceso de certificación y competencias con diferentes instituciones expertas como son: el INIFAP; el Colegio de Posgraduados (COLPOS), Campus Puebla; el Departamento de Agroecología de la Universidad Autónoma Chapingo; la Dirección Regional Centro del CONACYT; la Universidad Campesina en Red (UCIRED), y el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (CESDER). El objetivo es sumar a estas instituciones para trabajar en cuatro competencias: i) capacitación a productores y productoras para la transición agroecológica; ii) la organización de escuelas de campo con enfoque de comunidad de aprendizaje ECA-COM; iii) mejoramiento participativo para la conservación del maíz nativo y iv) el diseño de proyectos de inversión del sector rural. Estas competencias tienen una doble función: asegurar que el técnico/técnica adquieran un dominio sobre las competencias claves, y otorgar un reconocimiento estimulante a la persona por los aprendizajes y dominios técnicos, con la finalidad de lograr que los procesos que se intencionan en lo organizativo y productivo sean viables.
Se está avanzando en proyectos especiales entre los que se encuentran el convenio con Sembrando Vida para potenciar la agroecología como movimiento social y con el Conacyt se avanza en un proyecto de 13 faros agroecológicos para maíces.
En el tiempo que lleva en acción la EAT ha tenido resultados que demuestran la viabilidad del proceso de transición agroecológica a partir de la documentación del trabajo en campo. Demostrando que la apuesta por la autosuficiencia alimentaria, con prácticas agroecológicas y con productores de pequeña y mediana escala es posible y es ya el presente de la agricultura mexicana. •