Si algo distingue a los comcaac, de otros grupos étnicos de México, es que durante los primeros años de la colonia, se pudieron mantener al margen del enemigo gracias a su extenso saber que, durante milenios desarrollaron en un vasto territorio en la costa del hoy estado de Sonora. En tiempos poscoloniales, una nueva ola de despojos se abalanza sobre los territorios y los recursos de los pueblos indígenas de nuestra América. Los métodos de intervención ya son otros, cada uno con sus distintas formas de operar, desde los institutos de investigación científica, las empresas transnacionales, hasta los intermediarios comerciales. Todos ellos con máscaras de altruismo y benevolencia paternalista frente a los más necesitados, porque desde su perspectiva los comcaac, son unos infantes incapaces de gestionar correctamente sus recursos. En su mayoría, ¨amigos y socios” más cercanos que solo se han servido con la cuchara grande en cuanto sus recursos, permisos y complacencias, en gran parte de forma ilegal, porque en los últimos años la cacería furtiva y la pesca ilegal se ha incrementado gracias a las múltiples mediaciones que hay entre los comcaac y la gestión de sus recursos.
Saúl Gabriel Molina, expresidente de bienes comunales y exgobernador tradicional de la Nación Comcaac, inspirado en el proceso político de la cuarta trasformación, decidió emprender una gestión transparente y libre de corrupción para el beneficio pleno de todos los miembros de ambas comunidades seris. No obstante, las fuerzas opositoras se vieron afectadas por los cambios en la gestión de los recursos, y por ende sus intereses particulares trastocados. Para las autoridades locales, tanto como municipales estatales, los conflictos internos en materia política y económica son algo normal dentro del comportamiento político de los pueblos. No obstante, los años de corrupción y negligencia de las autoridades locales que han representado al RAN, la SAGARPA, y la Procuraduría Agraria, han establecido la costumbre del ejercicio de la transa y la extorción entre los comuneros y ejidatarios que se disputan políticamente la gestión del territorio. Con ello una tradición política basada en el montaje y la falsificación de asambleas y documentos oficiales, con los cuales han puesto y quitado autoridades a conveniencia gracias a la poca vigilancia que han tenido las instancias encargadas de la legitimación de los procesos políticos y territoriales de los ejidos y bienes comunales.
Las consecuencias de la corrupción dentro y fuera de la Nación Comcaac, ha traído graves daños estructurales en lo económico, en lo ecológico y lo social para los habitantes de ambas comunidades seris, Desemboque y Punta Chueca. Los gobiernos interinos, impuestos a través de la negligente complicidad de las autoridades agrarias, pasaron a manos de terceros la subasta en el extranjero de los permisos de cacería. Con ello, toda posibilidad de desarrollo para las comunidades pasa a los bolsillos de agentes externos a la comunidad, dejando de tras, mayor pobreza, desigualdad, y daños al medio ambiente, ya que las ganancias, producto de la cacería pasan a manos particulares y no para los miembros de la comunidad quienes custodian la isla y monitorean a las especies, las cuales han sido cazadas en exceso.
Después de los últimos comicios llevados a cabo en verano de 2020, Miguel Estrella, candidato a la presidencia de bienes comunales, originario de la comunidad seri del Desemboque, ganó la elección en medio de un ambiente de tensión y zozobra frente a la recalcitrante amenaza de sus adversarios, quienes de alguna manera u otra buscan hacerse con el control de los bienes comunales. Frente a ello, el RAN, mostró mayor interés en cuidar la revisión de los documentos ingresados por parte de los comuneros y ejidatarios. Sin embargo, la Procuraduría Agraria, se hacen de la vista gorda para otorgarle el nombramiento como autoridad, y el manejo de la Unidad de Manejo Ambiental, al nuevo gobierno, ya que de alguna manera le siguen dando legitimidad a la documentación falsa presentada por el grupo opositor al nuevo gobierno tradicional. De ahí la necesidad de la intervención del Gobierno Federal, ya que el gobierno tradicional y las nuevas generaciones comcaac, buscan recuperar la soberanía sobre la gestión de su territorio y patrimonio cultural a través de la legalidad y el ejercicio de la autonomía en el manejo de sus recursos naturales. Si la soberanía de los pueblos se ve afectada por particulares, la soberanía del país se verá afectada por transnacionales. •