El embajador venezolano Roy Chaderton Matos criticó la dinámica injerencista de la Organización de Estados Americanos (OEA) en asuntos internos de algunas naciones que la conforman.

El organismo está cada vez mas debilitado y desprestigiado y calificó a su actual secretario general, Luis Almagro, como un mercenario internacional.

De larga trayectoria diplomática, Chaderton Matos fue el ponente principal en la conferencia virtual Venezuela en las relaciones interamericanas, a dos años de su salida de la OEA, donde censuró el intervencionismo de Almagro en el proceso que llevó al golpe de Estado en Bolivia, entre octubre y noviembre de 2019, y que obligó al presidente Evo Morales a dimitir.

Al respecto, reconoció la actitud del gobierno de México, bajo el liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador, al dar protección y asilo a Morales y a varios de sus colaboradores y pronunciarse contra la intromisión en asuntos internos de ese país.

Los acosos no han disminuido, al contrario, se han multiplicado. A pesar de la OEA, Bolivia recuperó su democracia y su camino progresista y México tuvo una generosa participación. Mientras los miserables conspiraban contra Bolivia y saboteaban su proceso progresista, México, como mil veces ha hecho a lo largo de la historia latinoamericana, extendió su mano para proteger el proceso boliviano e impedir daños mayores que pudieran haber infringido al presidente Morales.

Durante la conferencia remota, organizada por la Coordinadora Mexicana de Solidaridad con Venezuela y la embajada en México de la República Bolivariana de Venezuela, el diplomático indicó que existe un acoso imperialista contra su país encabezado por Estados Unidos, secundado por la secretaría general de la OEA e invisibilizada por los medios cómplices.

Sin embargo, manifestó que Venezuela está preparada incluso ante la posibilidad de una acción armada en su contra.

Chaderton Matos, quien desde hace más de tres décadas ha ocupado diversas sedes diplomáticas de su nación en el extranjero, entre ellas la embajada en México (2006-2007), destacó la necesidad de reforzar el trabajo y relevancia de diversos órganos regionales, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), conformada por 33 países de la región y cuya presidencia pro tempore recae en México.