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La paz y la democracia estaban amenazadas, asegura

Nuevo ministro de Defensa de Brasil llama a celebrar el golpe de 1964

Documentos desclasificados en EU revelan el respaldo brasileño a la asonada militar contra Allende

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▲ El nuevo ministro de Defensa, Walter Braga Netto (izquierda), presentó ayer en Brasilia a los comandantes de la armada, el ejército y la fuerza aérea.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de abril de 2021, p. 18

Brasilia. El nuevo ministro de Defensa de Brasil, Walter Braga Netto, llamó ayer a celebrar el golpe de Estado que el 31 de marzo de 1964 instauró la dictadura militar como un movimiento que permitió pacificar al país.

Al reivindicar la dictadura, afirmó que “el movimiento de 1964 forma parte de la trayectoria histórica de Brasil y así deben entenderse y celebrarse los acontecimientos de aquel 31 de marzo.

Había una amenaza real para la paz y la democracia, aseveró Braga un día después de ser nombrado ministro de Defensa por el presidente, el neofascista Jair Bolsonaro.

El golpe de Estado contra el presidente brasileño Joao Goulart se ejecutó el 31 de marzo de 1964, lo que dio paso a la dictadura militar que gobernó Brasil hasta 1985 y dejó al menos 434 muertos y desaparecidos, según un informe de 2014 de la Comisión Nacional de la Verdad, que no incluye a cientos de víctimas de milicias contratadas para reprimir conflictos agrarios ni las matanzas de indígenas.

Documentos de inteligencia de Estados Unidos, Chile y Brasil publicados ayer por el Archivo Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) en Washington señalan el papel de Brasil en el golpe de Estado perpetrado por Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973 en Chile.

En diciembre de 1971, el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, se reunió con el líder militar brasileño Emílio Garrastazu Médici, para abordar cómo derrocar al presidente Salvador Allende, elegido en septiembre de 1970.

El centro cita al investigador brasileño Roberto Simon, quien afirmó que Brasil dio apoyo directo y un modelo para la dictadura de Pinochet y que la dictadura brasileña tenía sus propias motivaciones, estratégicas, ideológicas, económicas y de otro tipo para intervenir en Chile.

Brasil envió a agentes de inteligencia a Santiago para participar en interrogatorios a prisioneros. En los 17 años de la dictadura chilena hubo más de 3 mil muertos y desaparecidos, y 38 mil personas fueron torturadas, según cifras oficiales.

Para el historiador estadunidense Peter Kornbluh, esta nueva información agrega importantes piezas históricas al rompecabezas de actores externos en la tragedia chilena. El experto dirige el proyecto de documentación sobre Chile del National Security Archive y es autor del libro Pinochet: los archivos secretos.

Los documentos desclasificados pueden consultarse en https://bit.ly/3whioJ1.

Bolsonaro, por otra parte, desautorizó ayer las medidas de aislamiento social que el ministro de Salud, Marcelo Queiroga; el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, defendieron como medio para frenar la propagación del coronavirus.

No va a ser quedándonos en casa como vamos a solucionar ese problema, y afirmó que el confinamiento sólo sirve para que “los hospitales se preparen.

Ninguna nación se sostiene por mucho tiempo con esta clase de políticas. Y lo que realmente queremos es volver a la normalidad lo antes posible, buscando medidas para combatir la pandemia, como lo hemos hecho con el tema de las vacunas, agregó.