A nueve meses del inicio de la nueva normalidad y la implementación del Semáforo de Riesgo Covid-19, el país ha permanecido, en la mayoría de los estados, en color rojo o naranja, es decir, en el nivel máximo o alto de riesgo de contagios, con breves periodos en color amarillo para algunas entidades, mientras sólo tres han logrado ubicarse en color verde o riesgo bajo: Campeche, Chiapas y Veracruz.

El 30 de mayo de 2020 concluyó la Jornada Nacional de Sana Distancia, con lo que se inició una nueva etapa en la lucha contra el Covid-19 en México. Se creó el semáforo de riesgo epidemiológico que opera desde el primero de junio de ese año como un instrumento de regulación focalizada de las medidas de restricción, tanto de la movilidad como de las actividades económicas y sociales.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, advirtió días antes de su implementación que no se volverá a una normalidad como se conocía antes y llamaba a la población a no tener miedo.

Reconoció que debido a que en el país prevalecía una focalización, y una asincronía de las epidemias, lo más pertinente es que haya un manejo regional, pero tutelado por la autoridad sanitaria nacional. El arranque del semáforo epidemiológico incluyó, en una primera etapa, cuatro indicadores: tendencia de ocurrencia de casos, de hospitalizaciones, porcentaje de ocupación hospitalaria y detección de nuevos contagios.

Sin embargo, en agosto pasado la Secretaría de Salud emitió los Lineamientos para la Estimación de Riesgos del Semáforo por Regiones Covid-19, en los que incluye 10 indicadores para el cálculo del riesgo epidémico: tasa de reproducción efectiva (Rt) de Covid-19, de incidencia de casos estimados activos por 100 mil habitantes, de mortalidad por 100 mil habitantes y de casos hospitalizados por 100 mil habitantes.

También se incorporó el porcentaje de camas generales y con ventilador ocupadas en los hospitales de la Red IRAG, así como el porcentaje semanal de positividad al virus de SARS-CoV-2, la tendencia de casos de hospitalizados por 100 mil habitantes, de casos de síndrome Covid-19 por 100 mil habitantes y la tendencia de la tasa de mortalidad por 100 mil habitantes.

No obstante, en los 271 días que han transcurrido desde la instrumentación del semáforo de riesgo, el país ha enfrentado algunas de las cifras más elevadas de contagios y decesos, sobre todo al final de 2020.

De acuerdo con cifras oficiales, el 27 de noviembre pasado se superó por primera vez la barrera de 12 mil contagios reportados en un día y para el 22 de diciembre los casos confirmados en 24 horas llegaron a 12 mil 511, mientras se superó un millar de decesos notificados en un día el 29 de ese mes.

Enero marcó el regreso a un mapa del país prácticamente en rojo y naranja, con un crecimiento acelerado en el avance de la pandemia. El 21 de enero se reportó la cifra más alta de contagios, con 22 mil 339 notificados en un día, así como de decesos, con mil 803. Incluso, al inicio de febrero ningún estado logró permanecer en verde.

Pese a los reiterados llamados para que la población siga las recomendaciones, de acuerdo con el semáforo epidemiológico, como mantenerse en casa y sólo salir para actividades indispensables o evitar reuniones, fiestas, espacios cerrados y aglomeraciones, la Dirección General de Epidemiología informó que las fiestas decembrinas fueron un importante detonante de brotes de contagios