Miércoles 24 de febrero de 2021, p. 23
Rangún. Los militares que dieron el golpe de Estado en Myanmar estaban sometidos ayer a una creciente presión, con una condena del G7 sumada a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, la víspera, y las manifestaciones más importantes desde el golpe del primero de febrero. Desde hace tres semanas, el régimen de facto ha intensificado la represión contra la movilización prodemocracia.