Miércoles 24 de febrero de 2021, p. 18
La industria de construcción acumuló el año pasado una caída de 24.7 por ciento, prácticamente una cuarta parte del valor que tuvo en 2019, lo que a su vez derivó en la pérdida de más de 72 mil puestos de trabajo en esa industria, exhiben datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Con ello se registran ocho años consecutivos de contracción en el sector.
En 2018 inició una tendencia más marcada a la baja, pero se desplomó con las medidas de confinamiento del año pasado y pese a ser considerado esencial en junio, su producción y el número de espacios de trabajo en él se estancaron desde ese mes y hasta el cierre de 2020, lo que les ubica en los niveles más bajos en 14 años.
El Inegi muestra que la caída de 24.7 por ciento en la producción del año pasado se dio en todos los subsectores, pero particularmente en obras de ingeniería civil, seguidas de los trabajos de edificación y especializados para la construcción.
El organismo reportó que el año pasado saldó con 407 mil 545 puestos de trabajo registrados en las empresas formales de la construcción, 72 mil menos que al cierre de 2019. La caída acumulada fue de 17.6 por ciento el año pasado, pero también refleja los niveles más bajos en empleo desde que el Inegi hace el recuento. Por debajo del dato de diciembre sólo están el resto de meses de 2020 en los que hubo contingencia.
Con las medidas de confinamiento y distancia física también cayeron 18.8 por ciento las horas trabajadas en el sector, los obreros tuvieron la reducción más pronunciada en espacios de trabajo.
El único rubro que aumentó fueron las remuneraciones que en promedio paga la industria, 1.7 por ciento respecto al año pasado. Sin embargo, este aumento no fue igual para obreros que para empleados. En los primeros cayó 1.1 por ciento el salario y en el resto aumentó 1.8 por ciento.
De la mano de la iniciativa privada, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha insistido en presentar proyectos nacionales de infraestructura, al considerar que la construcción tendría un efecto relativamente rápido en la recuperación de la economía. No obstante, los datos de Inegi muestran que ninguno de estos anuncios ha revertido la crisis en el sector.
Sólo en diciembre y con cifras desestacionalizadas, se contrajo 0.5 por ciento el valor de su producción, lo que resultó en la tercera baja consecutiva a tasa mensual. Al comparar con el mismo mes de 2019, la caída fue de 22.55 por ciento, con lo que hiló 30 meses de retrocesos consecutivos.
Gabriela Siller, directora de análisis económico-financieros de Banco Base, sostuvo que para 2021, a pesar de que el presupuesto del gobierno federal tiene un incremento en inversión física de 10.23 por ciento en contraste a 2020, podría no ser suficiente para reactivar la construcción, pues la incertidumbre que predomina en el país no genera las condiciones óptimas para fomentar la inversión y con ello la industria
.
En un reporte a inversionistas atribuyó dicha incertidumbre al rezago en la campaña de vacunación, políticas económicas poco ortodoxas como la aprobación en el Congreso de la ley eléctrica
y a la falta de una política fiscal expansiva para que empresas cuenten con recursos para invertir.