La selección Sub-23 de Estados Unidos tienen en la mira no sólo a Efraín Álvarez, jugador del Galaxy de Los Ángeles, al que incluyó al igual que México en su lista previa rumbo al torneo preolímpico de Guadalajara, sino también a Santiago Muñoz, atacante del Santos Laguna, a quien ha hecho dudar sobre su continuidad como tricolor.

El cuerpo técnico que encabeza Jaime Lozano entregó ayer una nómina de 50 jugadores con miras al certamen que otorgará dos boletos a los Juegos Olímpicos de Tokio, e incluyó a ambos futbolistas de 18 años. Álvarez, de padres mexicanos, nació en Los Ángeles, mientras Muñoz es oriundo de Texas y sus progenitores tienen nacionalidad estadunidense.

Ambos participaron con la playera verde en el Mundial Sub-17 de Brasil 2019, pero están en posibilidad de jugar para el equipo de las barras y las estrellas con equipos mayores.

Mientras Álvarez ha vestido la casaca estadunidense al ser citado a una concentración, Muñoz, según reveló a la publicación The Striker, admitió que lo han buscado para endulzarle el oído. “Les dije que no le iba a cerrar las puertas a nadie. México me llamó primero y ya llevo tiempo trabajando, me siento bien en cómo me tratan y todo, pero no sé si en el futuro será mejor estar con el Tri o con Estados Unidos en la selección”, reveló Muñoz, quien tendría ofertas para migrar a Europa.

Por lo pronto, la comisión de selecciones los incluyó en la lista preliminar, donde destacan también jugadores como Diego Lainez, del Betis; Gerardo Arteaga, del Genk, y donde las Chivas son el principal proveedor con nueve elementos, encabezados por el delantero José Juan Macías, seguido del Monterrey con cinco. Sobresale también el regreso de Alexis Vega y Alan Mozo, ausentes en el pasado miniciclo.