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La calidad de la vacuna cubana
C

on los antecedentes científicos y clínicos de éxitos que prácticamente se dieron, desde los primeros años del triunfo de la revolución cubana, una de las prioridades ha sido la salud. Los resultados han sido evidentes. Hoy Cuba prepara 100 millones de dosis de su vacuna para hacer frente al Covid-19 que tendrá una titánica tarea. La han llamado Soberana 02, de este tipo será la primera aplicación y la que se entregará a diversos países.

Tienen también la Soberana 01, que según informan especialistas del Instituto Finlay, aún está en estudio y tardará más tiempo en entregarse al público.

Al inicio de la pandemia por SARS-CoV-2, empezó también una lucha por obtener una vacuna universal que sirviera para prevenir esta grave enfermedad. Así surgieron grandes expectativas en una elaborada por China, con el apoyo del Interferón producido en Cuba.

Ese proyecto es ya una realidad. Se tiene la certeza de que, si todo va según lo planificado por las autoridades médicas cubanas, una buena parte de la población mundial, además de la totalidad de la cubana, se beneficie con la vacuna Soberana 02 o con la vacuna china llamada CanSino, de los laboratorios Biologics.

Los recursos para la investigación y la fabricación del biológico no han fallado; el gobierno de Miguel Díaz-Canel no podría traicionar los principios revolucionarios, cumpliendo con las prioridades que se planteó desde el inicio del gobierno del comandante Fidel Castro y sus camaradas. Desde mediados de la década de los 60, con la investigación en biotecnología, la ciencia cubana se ha destacado hasta la fecha con exitosos resultados.

Ese compromiso político, es una muestra más de que se le ha cumplido a la sociedad de ese país. La vacuna se aplicará a toda la población cubana que lo requiera. Son alrededor de 11 millones 200 mil habitantes en 16 provincias, las cuales quedarán todas cubiertas.

Vicente Vérez, director del Instituto Finlay, manifiesta que no sólo cubrirán a toda la población cubana, también a la de otros países que les han solicitado el biológico, que se tiene información de ser uno de los más seguros del mundo hasta el momento, Vérez señaló: “estamos reorganizando nuestras capacidades productivas porque realmente tenemos mucha demanda de la vacuna y tenemos que prepararnos…”, entre los países que tienen convenios de colaboración con Cuba se cuentan Vietnam, India, Pakistán, Irán y Venezuela, que serán los primeros en recibirla.

Los biológicos ya producidos por otros laboratorios y que se han empezado a aplicar en algunas naciones, México entre ellas, tienen un reto más. La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que ya existe una variante del SARS-CoV-2 de mayor agresividad. Pero se mantiene la expectativa de que los gobiernos no privilegien el aspecto comercial al compromiso con sus pueblos.

La OMS ya recibió notificación de que esta variante del coronavirus se encuentra en 60 países. De esta forma, la urgencia por la aplicación de las vacunas existentes cobra mayor urgencia.

En otro tema de igual importancia para la vida nacional, está la privatización que amenaza a las instituciones. La participación de la iniciativa privada mantiene un ambiente de desconfianza. Los derechos a la salud, a la educación y a la industrialización, entre otras áreas, con beneficios efectivos para la población mexicana, fueron limitándose en forma grotesca. La privatización total estuvo muy cerca de llevarse a cabo. La inversión extranjera ventajosa, fue y es un obstáculo para cumplir con el compromiso público a favor de la nación.

La Secretaría de Salud, después de un gran desarrollo en las décadas de los 50 y 60, empieza a ser infiltrada por intereses que buscaban su privatización para enriquecer a las grandes empresas farmacéuticas y laboratorios clínicos. La calidad en la atención a sus derechohabientes empezaba a caer a un segundo plano. Ahora se muestra la pobreza con la que el sector salud, en su conjunto, subsistía. La pandemia del Covid-19 echó abajo un telón falso de beneficio, desarrollo y crecimiento que prometían las reformas estructurales.

Y así, han ido quedando al descubierto irregularidades en diversas áreas de la vida económica. Una de ellas es la energética que, aunque no tiene una relación directa con la producción de las vacunas para hacer frente al Covid-19, sí la tiene en cuanto a la pandemia, un fenómeno que desnuda la realidad de la desorganización interna que dejaron los irresponsables gobiernos anteriores.

Por ejemplo, tenemos que el gas natural empezó a subir de precio porque la compañía texana ha venido aumentándolo, al parecer, sin control. Por otro lado, el aumento en la compra por parte de México ha crecido a tal grado que en seis meses el precio subió de 1.32 dólares, a 2.38. Esto quiere decir que en sólo medio año el encarecimiento fue de 80.3 por ciento.

Con las desventajas económicas impuestas por el neoliberalismo en nuestra contra, ¿cómo iba a ser posible que nuestra nación afrontara con nuestros propios biológicos una pandemia de esta envergadura?