Caracas. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció ayer un ataque terrorista en un gasoducto en el este de la nación sudamericana, que provocó un incendio y fue controlado, y dejó al menos dos heridos.

La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) indicó que el incidente ocurrió en una sección del gasoducto de 26 pulgadas que alimenta el complejo industrial José desde el campo petrolero Anaco, en el estado Anzoátegui.

Causó un inmenso incendio, que a esta hora está controlado por los trabajadores de PDVSA, con la idea de afectar el suministro de gas en el país, dijo Maduro en un acto político transmitido por el canal de televisión estatal. El ataque terrorista dejó dos personas con quemaduras leves, que fueron atendidas en la clínica industrial del complejo José, agregó la petrolera en un comunicado.

El circuito refinador de la nación petrolera opera desde hace meses a menos de un tercio de su capacidad debido a problemas en sus unidades, falta de crudo y escasez de piezas para mantenimiento.

Las autoridades de Venezuela, que cuenta con las mayores reservas de petróleo del mundo, suelen atribuir los apagones e incendios a sabotajes, y aseguran que trabajan para mejorar sus plantas. Críticos al gobierno señalan que las fallas son por los años de desinversión y mala gestión.

Pasar la página con EU

Dos años después de romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Maduro se declaró dispuesto a pasar la página y establecer un nuevo camino con el nuevo gobierno de Joe Biden.

La Casa Blanca, con Donald Trump, encabezó la presión internacional para sacar del poder al mandatario con una avalancha de sanciones, incluido un embargo petrolero, y su apoyo irrestricto a Juan Guaidó, el líder opositor que se proclamó presidente encargado de Venezuela.

Estamos dispuestos a andar un nuevo camino de relaciones con el gobierno de Joe Biden sobre la base del respeto mutuo, el diálogo, la comunicación y el entendimiento, dijo Maduro en un balcón en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, ante partidarios.