¿Nos volvió a caer el chahuistle?
Esta vez no fue la inesperada llegada de Calzonzin Inspector, que en 1974 puso a temblar a los corruptos de San Garabato, según la narrativa de Rius y Araú, ni la erupción del volcán Chichonal, -en marzo y abril de 1982 que dejó más de 2000 muertos y 20 mil damnificados en Chiapas-, lo que alarmó a las personas, sino la pandemia que “llegó para quedarse”, desconocida, muy peligrosa y para la cual no se tenía una vacuna.
Nadie alcanzaba a imaginar que, después del primer caso de Covid19 en nuestro país, el 27 de febrero, y luego de diez largos meses de confinamiento, llegaríamos a tener más de 1 millón 250 mil casos de contagio y más de 115 mil muertes, en una nación de 127 millones de personas.
Desde el principio, cuando la noticia se generó en Wuhan, China, se asumió el compromiso de estudiar, entender y calcular el potencial de riesgo que podría traer la pandemia a nuestras comunidades, y decidimos que nuestras principales fuentes de información, para generar contenidos y orientar a la audiencia, serían la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Secretaría de Salud.
Usar cubrebocas, guardar la sana distancia, lavarse las manos 5 o 10 veces al día, utilizar gel antibacterial, pero sobre todo lograr que la gente se quedara en casa, tampoco fue fácil en todos estos meses, pues a las descalificaciones políticas, se agregaron otras voces discordantes desde el púlpito, el comercio formal e informal, los prestadores de servicios –hoteleros y restauranteros- y quienes invocando usos y costumbres, pasaron del simple desacuerdo al franco desacato para exigir reapertura de plazas públicas, negocios, templos, bares y balnearios y el regreso de bodas, bautizos y fiestas patronales multitudinarias, poniendo por encima el tema económico y las tradiciones, sobre la frágil capacidad sanitaria del gobierno para responder a un contagio masivo o un rebrote de la pandemia.
Sin medir consecuencias, ignorando que sus palabras serían reproducidas a nivel nacional, la alcaldesa de Xico, municipio vecino a Teocelo, minimizó los cuestionamientos de la prensa local, cuando le preguntaron si la inauguración de la Villa Iluminada –un árbol navideño gigante con cientos de luces-, no ponía en riesgo la salud de sus habitantes, ya que cientos de personas, sin cubre-bocas, abarrotaron el parque de la localidad.
La señora Gloria Galván Orduña, alcaldesa por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) paró en seco a reporteras y reporteros, diciendo:
- Si no se van a morir de una cosa, se van a morir de otra…
Entre febrero y abril, la pandemia pasó de lo mundial a lo nacional y luego de lo nacional a lo local y comunitario. Es decir, que en menos de 100 días las familias de unas 400 comunidades que forman parte del área de cobertura de Radio Teocelo, empezaron a lidiar con el enemigo en casa.
Había que procesar y traducir con palabras sencillas, todo lo que ya estaba pasando en otras partes de México y el Mundo, para tomar conciencia y no correr riesgos en lo individual, lo familiar, lo comunitario y lo regional.
Se fue estructurando un plan de trabajo con el colectivo, en el que se incluyeron diversos formatos y herramientas para producir contenidos y acompañar a una audiencia cautiva –la radio tiene 55 años al aire-, de modo que se intentara, al menos, contener los efectos de la pandemia entre la gente de la región, y de paso medir también la efectividad de un medio comunitario, en un contexto de pandemia.
Y como el buen juez por su casa empieza, suspendimos nuestras reuniones mensuales de todo el colectivo, instalamos filtros en el acceso a la estación, con uso obligatorio de cubrebocas y gel antibacterial, cuidando que no se reunieran más de 8 personas en espacios como el estudio, cabinas y oficinas de la emisora; hacia afuera, el colectivo comenzó a emitir un semáforo regional Covid19, en el que se fueron registrando, día con día, los casos de contagio por cada municipio, así como muertes y número de personas sospechosas.
Eventos masivos, propios de la emisora, como los sorteos, el festival de aniversario de la radio y demás eventos musicales y culturales, tuvieron que realizarse en modalidad virtual, por medio de Facebook Live, en señal abierta y por internet.
Cuñas (o cápsulas o spots), microprogramas, entrevistas y debates se comenzaron a producir, con información plenamente respaldada por fuentes confiables, claro con una dosis de humor y en lenguaje sencillo, sin tecnicismos ni palabras domingueras, pues no se trataba de presumir dominio del tema, sino generar empatía en miles y miles de personas, que confían y creen lo que dice la radio de Teocelo.
También se realizaron enlaces telefónicos con actores locales y especialistas, dando el micrófono también a la gente, para hacer un diálogo rico, diverso y hasta polémico, que diera pista de qué hacer ante el acecho del virus mortal.
Los informativos, reportajes y diálogos vía Skype con amigos y colegas de Europa o Estados Unidos, permitieron abrir ventanas para asomarnos a situaciones inéditas que estaban ocurriendo en otras partes del mundo, como para advertir que si a ellos ya les estaba pasando, que no nos también a nosotros, a nuestras familias y comunidades.
Pero el 2020 fue un año de pandemias, en plural.
Apenas despuntaba el año nuevo, y en la región centro de Veracruz, en los municipios de la principal cuenca cafetalera del estado, ya se oía por Radio Teocelo otra narrativa que alertaba sobre la inminente llegada de otra singular amenaza más…
------------------ (Efecto de sonido : fuerte toquido sobre la puerta-----------
Voz 1.- ¡ Comadre, comadre, salga pronto ¡¡¡
Voz 2.- ¡ Ay chonita, no me asuste con esos toquidasos, pos qué pasó? Apoco se volvió a escapar El Chapo ¡¡¡???
Voz 1.- No, comadrita ¡Algo peor, agárrese ¡¡¡
Voz 2.- ¡ Desembuche ya comadre, que se me queman las habas ¡¡¡
Voz 1.- ¡¡¡ Pos que ya nos cayó el chahuistle?
Voz 2.- ¿ Cuál chahuistle? ¡¿ la roya, el coronavirus, el chicongunia, o el dengue?
Voz 1.- ¡¡¡ No comadre : la plaga ¡¡¡
Voz 2.- Pos cuál plaga, Chonita, no me diga que apareció otro virus más peligroso … ¿De qué canijos me está hablando, cuál chahuistle, cuál plaga ¡¡¡
Voz 1.- Pos la plaga de los políticos¡¡¡ No ve que ya andan con sus escándalos, queriendo llamar la atención para que la gente vuelva a votar por ellos; son como 100 y andan esparcidos por toda la región, comadrita, qué miedo ¡¡¡
Voz 2.- ¡ Ah caray, pero si falta mucho para las elecciones¡¡¡ Qué bueno que me avisa comadrita, para tener listo el mata-moscas o de plano para comprar mis tapones de oídos…
Voz 3.- Y en tu comunidad cómo piensan lidiar con estos personajes, que llegan repartiendo despensas, pintan bardas, prometiendo lo que jamás van a cumplir…? Somos pueblos con memoria histórica…
Sello: Radio Teocelo, buscando otras formas de hacer política.
En otra narrativa, muy común en una radio comunitaria, la gente expresa sin miedo ni pena, lo que le pasa y lo que siente, en estos tiempos de coronavirus. Ante la pregunta de si esta pandemia nos volverá mejores personas, llega a Facebook Radio Teocelo Oficial el siguiente testimonio:
Don Alejandro Sánchez es peluquero, cerrajero y animador de una de las danzas más antiguas de Teocelo. Molesto, narra a los oyentes cómo pudo vencer las que él llama las cuatro pandemias
- Estuve enfermo y acudí al Hospital Amelia Cerecedo de aquí de Teocelo, el 22 de mayo, pero personal médico, camilleros y hasta el vigilante, luego luego empezaron a divulgar que tenía Covid19…El médico de turno, el doctor Tepetla, me atendió y me dijo que me fuera a mi casa, que estaba pasando por un cuadro asmático…No conforme con eso, fui a buscar a otro doctor, que me mandó a sacarme una radiografía; él también dijo que era posible que fuera Covd19…Así que, por la salud de mi familia y de las demás personas, decidí ir hasta Xalapa al Centro de Especialidades Médicas, donde me atendieron muy bien, me hicieron muchas preguntas y me hicieron algunas pruebas, al final el personal médico me dijo que estaba bien, luego de revisar mi placa del tórax y que me fuera a mi casa y que descansara. ¡ Bendito Dios no tenía Covid¡
Y remata:
- Mi queja es: ¿cómo es posible que el mismo personal del hospital, sin ninguna prueba te condene… Por esa negligencia, desde el pasado sábado estoy muerto y ya hasta me enterraron el día de ayer…Algunos vecinos ya ni se acercan a mi familia, pues los rumores les hacen creer que tengo Covid, pero no es así; estoy bien. Esas personas que divulgaron información equivocada, ya no deberían trabajar en el hospital, es una irresponsabilidad; se debe investigar y castigar, estoy muy molesto, muy indignado…
Antes, don Alejandro había sido lanzado del local que rentaba para hacer cortes de pelo, sacar duplicado de llaves y ofrecer las máscaras que él mismo elabora con el palo de quimite o árbol de gasparitos. También había sobrevivido a la llegada de las estridentes barberías a Teocelo y más recientemente a la crisis económica por la llegada de la pandemia.
Lo explica a su modo:
A mí me dañó el cambio de domicilio, pero gracias a la radio recuperé a mi clientela; luego me afectó también la llegada de la nueva generación de peluqueros, la recesión económica por el covid19 y la irresponsabilidad de algunas personas que trabajan en el Hospital Teocelo…Cuatro pandemias me atacaron, pero gracias a Dios y a la radio, estoy bien…•