Miércoles 25 de noviembre de 2020, p. 33
Ginebra. La Organización de Naciones Unidas (ONU) dijo ayer que la paliza mortal que policías blancos propinaron a un hombre negro en Brasil es un ejemplo del racismo estructural
en el país y pidió una investigación independiente.
Porto Alegre, en el sur de Brasil, es escenario de protestas desde la publicación de un video la semana pasada en el cual se ve cómo Joao Alberto Silveira Freitas, soldador de 40 años, es golpeado por un guardia de seguridad de un supermercado Carrefour mientras otro guardia lo sujetaba.
Ravina Shamdasani, portavoz de la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas, declaró durante una sesión informativa virtual desde Ginebra que la muerte de Silveira fue un ejemplo extremo, pero por desgracia demasiado común
, de la violencia que sufren los negros en Brasil e insistió en que el gobierno tiene la responsabilidad de reconocer el problema para poder resolverlo.
El presidente Jair Bolsonaro ha restado importancia al racismo estructural en Brasil, país donde alrededor de 55 por ciento de la población de 212 millones de habitantes es negra o mestiza.
Bolsonaro comentó que es daltónico
en esta cuestión, mientras su vicepresidente, Hamilton Mourao, provocó indignación al negar que haya racismo en Brasil.
De acuerdo con la vocera de la oficina la ONU, el racismo estructural, la discriminación y la violencia que enfrentan los afrodescendientes en Brasil están documentadas de manera oficial
.
La cadena de supermercados Carrefour en Brasil anunció la creación de un fondo de 4.6 millones de dólares para combatir el racismo, ante la ola de protestas afuera de sus locales.
En otro orden, el norteño estado de Amapá, que sufrió un apagón el pasado día 3 que afectó a la gran mayoría de la población, recuperó el suministro de energía ayer, informó el ministerio de Minas y Energía.